Los 5.000 dedos del doctor T. (The 5,000 Fingers of Dr. T.)

El trailer

Sí, lo se, parece el título de una película de terror de serie B de cuando el blanco y negro era proyectado por sobre las cabezas de los espectadores hasta las pantallas de cine, pero no, aunque no lo parezca "Los 5.000 dedos del Dr. T." es una película infantil, y, para más inri, musical... Tras "Dr. Horrible...", "Macross" (esa saga de ciencia ficción que se puede denominar musical con robots gigantes) , "Glee" y ahora esta pelí, el blog parece dedicado a los musicales, ¿verdad?

Este film, dirigido por Roy Rowland y guionizada por el famoso (en nuestro país por las horribles adaptaciones cinematográficas de sus libros) Dr. Seuss, cuenta la historia de Bart (Tomy Retting, acompañante de la perrita Lassie en la serie de TV), un niño a quien su madre viuda, preocupada por su educación, obliga a tomar clases de piado a manos del relamido y dictador profesor Terwilliker, quien pretende a la joven viuda, aunque Bart prefiere como nuevo padre al fontanero August Zabladowski. Esta situación lleva a Bart a ser secuestrado y llevado al instituto Terwilliker, donde su profesor de piano planea encadenarlo a un larguísimo piano junto a otros 499 niños para que toquen el piano (y de ahí lo de los 5.000 dedos) en el mayor concierto jamás interpretado... terrorífico de verdad. Pronto Bart descubre que el profesor tambien se ha llevado a su madre y que ha sido hipnotizada para que no recuerde su pasado y así se case con el profesor, la pesadilla de cualquier estudiante. Por suerte para Bart y su madre, el pequeño contará con la ayuda del fontanero ya nombrado anteriormente.


El número musical "Dungeon of Scratchy Violins"

Se nota que esta película se realizó cuando el psicoanálisis y el surrealismo estaban de moda en Hollywood (solo hay que recordar "Recuerda", valga la redundancia, de Hitchcock) y se nota, no solo por la onírica aventura del repelente niño, todo inocencia, sino por los escenarios impresionistas y la atmósfera que oscila entre la inocencia y el terror infantil que nunca podrá conseguir Tim Burtom, pero si Henry Selick en un acto de justicia poética.

Además, hay que destacar no ya solo esa estética alucinada, sino los extravagantes personajes que conviven en el instituto Terwilliker, Bart tiene que enfrentarse a unos hermanos gemelos patinadores unidos por la barba (sí, sí, lo juro, es verdad), a una orquesta que baila, a unos primos hermanos híper vitaminados de los Oompa loompa o a los berridos del ascensorista sadomasoquista.

Aunque lo que hace inolvidable a la peli no son solo los personajes ya nombrados o la historia, sino los coloridos y surrealistas números musicales, la maravillosa banda sonora compuesta por Frederick Hollander y por la interpretación de Hans Conried, quien da vida al profesor Terwilliker con una interpretación sobreactuada, histriónica y ampulosa, que sento las bases para los malos de opereta que luego han interpretado Kevin Spacey y Parker Posey en "Superman returns" o Samuel L. Jackson y la neumática Scarlett Johanson en "The Spirit", con la diferencia que el sr. Conried es muchísimo más divertido, inolvidable y creíble que los otros cuatro.


Hans Conried a sus anchas en el número "Do-Mi-Doe Duds"

La verdad es que ya no hay películas infantiles con tanta magia como esta, esa época termino con los 80, aunque de vez en cuando hay algún espejismo como "Las crónicas de Spiderwik"
o "City of Ember"


"Elevator dungeon", atención al modelito del ascensorista.


"Hypnotic Duel", que bueno es el actor que interpreta al fontanero... ¡¡eso es enamorarse y lo demás son tonterias!!


El repelente niño Vicente demostrando que el también puede cantar cual Joselito.

En fin, una película injustamente olvidada que tal vez tengamos la suerte que vuelva en forma de musical de Broadway o como remake barato... Si podéis verla hacedlo, no os arrepentiréis.