Los Juegos del Hambre (las recomendaciones literarias de Muertín)

Mi amiga Sassech, que es una pesada gran fan de Los Juegos del Hambre,  me aconsejó leerme la saga se Susanne Collins, así que seguí su consejo para que me dejara tranquilo confiando ciegamente en ella. Reconozco que ha sido una grata sorpresa: me esperaba algo entre lo cursi y lo ridículo, al estilo de Forúnculo Crepúsculo, pero no, en estamos ante una obra mucho más adulta, oscura y violenta. 

Entre los tres libros podemos vemos a Muertin,  el ratón amigurumi de biblioteca más sexy y que mejor sabe posar del mundo.

Analicemos los libros:

Los Juegos del Hambre: libro introductorio que describe el mundo donde se desarrolla la historia y a los personajes. Sin duda alguna su mayor baza es Katniss, una protagonista fuerte, inteligente e independiente, capaz de todo para evitar que las personas que más quiere sufran. Otro de sus puntos fuertes es una nada sutil critica a la transformación del sufrimiento en espectáculo por parte de unos medios de comunicación morbosos y amarillistas y a una sociedad insensibilizada que lo consume como divertimento.

El estilo es directo, brusco, sin florituras y ágil, como la propia Katniss, quien narra la historia en primera persona, y el libro se lee en un suspiro. El mayor pero que le veo es que el propio libro participa de esa frivolidad de la violencia que critica y que para intentar evitar ser parte de lo que ataca (y/o por la necesidad de ser calificado como "literatura juvenil") no sea todo lo violento y salvaje que podría y necesita ser.

En Llamas: Katniss es acusada por el presidente del Capitolio de inspirar un levantamiento entre los distritos  y debe aplacarlo durante una gira en la que visitará los distritos como vencedora de los juegos o tanto ella como sus seres queridos morirán. Parece simple, pero es algo más complejo de lo que parece, la historia se va volviendo más oscura y nada es lo que parece. Eliminado el factor sorpresa, tal vez el mayor defecto de esta secuela es que repite la estructura de la 1ª entrega, permite ahondar en el mundo donde se desarrolla la trama, en los personajes que ya conocemos y presentarnos a otros nuevos que resultarán ser decisivos.
En este libro el mayor acierto es, sin duda, la isla que aparece en el último tercio.

Sinsajo:  Tras sobrevivir al Vasallaje de los 25 Katniss esta rota por dentro y por fuera debido a sus heridas físicas y emocionales, pero pese a ello sigue siendo el rostro de la revolución y como tal es utilizada desde el distrito 13. En este tercer y último libro de la saga se ahonda en el dolor de los que han sido coronados como vencedores de Los Juegos del Hambre, auténticos juguetes rotos utilizados por el Capitolio para sus intereses, aunque lo más interesante es la reflexión acerca de la ambición, el poder y la enfermiza capacidad del ser humano para tropezar siempre en la misma piedra.
Por otro lado vuelve a utilizar la misma estructura que los libros anteriores, lo que hizo que se me hiciera algo más pesado de leer. Pese a ello me encantó el final, muy consecuente con los personajes y la historia.




No vamos a engañarnos, esto es literatura juvenil, así que tampoco esperemos una obra sesuda ni una gran reflexión, pero se agradece que al menos tenga cierto trasfondo.

P.S.:Si te ha gustado Muertín, el ratón amigurumi, puedes ver más de los muñecos de Lillu, su creadora, en su blog.

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