Aún recuerdo cuando estudiaba en el instituto y el canal plus emitía en abierto la serie de animación "Kenshin, el guerrero samurái" adaptación del manga homónimo de Nobuhiro Watsuki. En aquel momento se convirtió en uno de mis animes favoritos y por ello mismo tenia muchas ganas de ver la adaptación cinematográfica de imagen real estrenada en Japón el año pasado y que ha llegado a España en formato doméstico gracias a Mediatres Estudio.
Sinopsis: Diez años después de la guerra civil que favoreció la obertura internacional de Japón, Kenshin, un samurái que luchó en el bando del emperador ahora reconvertido en vagabundo, termina ayudando a Kaoru, una joven maestra de kendo que ha perdido a sus alumnos por culpa de Battousai el asesino, quien dice matar en nombre de la escuela de la joven. El pasado de Kenshin volverá y el presente chocará con los recuerdos de un Japón que se resiste a morir y un futuro incierto que amenaza con cambiarlo todo.
La
verdad es que Ohtomo no lo tenía fácil: por un lado el manga original retrata
un Japón en el transito del periodo Edo a la era Meiji, a medio camino de su glorioso pasado y un inestable presente cada vez
más influenciado por la cultura occidental; por otro la obra original no
dejaba de ser un cómic de acción para el público adolescente con golpes y
peinados a cada cual más imposible y estrafalario. Sin embargo Ohtomo y Kiyomi
Fujî como coguionista consiguen lo imposible: condensar la primera saga del
manga adoptando como trama principal un capítulo que presentaba a un personaje
secundario (la doctora Megumi) sin que la historia se resienta demasiado y con
una estética realista que asimila los elementos más icónicos del manga original
sin que estos queden ridículos. Una victoria que resulta doble al mantener el
carisma de la obra original y ser fácilmente digerible y entendible para toda
aquella persona que se acerca por primera vez al universo Kenshin.
Si bien es cierto que al resumir la saga al completo en dos horas los personajes
secundarios han perdido mucho en su definición, la película lo compensa con un diseño
de producción apabullante. Visualmente no se le puede sacar ningún pero a unos escenarios
que recrean el Japón de mediados del s. XIX y unas escenas de acción que
simplifican las del manga y anime buscando más realismo sin renunciar a la
espectacularidad.
“Kenshin,
el guerrero samurái” es el ejemplo casi perfecto de cómo debe ser una
adaptación, dejando a un lado todo aquello que no es imprescindible y
recogiendo lo necesario para que, sin traicionar a sus orígenes, funcione casi
perfectamente y sea capaz de gustar tanto a fans como a las personas que se
enfrentan a ella sin conocer sus antecedentes.
Recomendada
a: los fans del manga y del anime original y a los interesados en la historia
reciente japonesa desde el punto de vista del cine blockbuster.
Lo
peor: secundarios poco definidos y alguna caída de ritmo en su segundo tercio.
Lo +
peor: esos fans que reniegan de la película porque no son capaces de entender que no puede fotocopiar el manga viñeta a viñeta.
Lo
mejor: su sentido del espectáculo y el respeto que transmite a la obra
original.
quiero mas peliiiiiiiis
ResponderEliminarPues como ya te dije en tu blog opino que debería ser una trilogia adaptando la siguiente gran saga y luego la del pasado de Kenshin volviendo en todo su esplendor.
Eliminarlos trailers hacen a las peliculas parecer que son mucho mas increibles de lo que son realmente. Pero la película tiene en algunos momentos varias caidas de ritmo. Buena entrada a mi me gusto y los parecidos son bastante buenos. Me llama mucho la atención el actor que parece una mujer saludos.
ResponderEliminarLa verdad es que su mayor defecto son esas perdidas de ritmo en el tramo central, de haber mantenido mejor el tipo en ese aspecto sería una película casi redonda.
Eliminar