Spider Baby or, The Maddest Story Ever Told (Jack Hill, EE.UU., 1968)

Hay películas que se descubren por casualidad, como por ejemplo esta Spider Baby or, The Maddest Story Ever Told, que llamó la atención del Sr Osito cuando vio el DVD y que al final se compró en una parada del mercado central un domingo. Pese a que no teníamos mucha confianza la verdad es que resultó una buena compra.

En una destartalada casa sobre una colina viven los tres huérfanos de la familia Merrye, Elizabeth, Virginia y Ralph, bajo la atenta y cariñosa protección de Bruno, el chofer de la familia, que prometió al padre en su lecho de muerte cuidar de los niños y no odiarlos pese a la extraña enfermedad degenerativa que sufre la familia a partir de los 10 años y que termina por convertirlos en monstruos caníbales. Su frágil convivencia se resquebraja con la aparición de unos parientes lejanos y un abogado que tienen la intención de apoderarse de la casa.

Spider Baby or, The Maddest Story Ever Told es una de las películas más locas y extrañas que he visto en mi vida, la historia de los hermanos Merrye se articula como una comedia negrísima que en algunos momentos consigue transmitir terror y tensión sin dejar de asombrar y provocar, como mínimo, una carcajada.

Para algunos es un antecedente del slasher adolescente tipo La matanza de Texas y es cierto que algo de eso hay (gente que llega a una casa destartalada habitada por una familia endogámica, asesina y canival), pero al contrario que en la cinta de Hooper y posteriores en Spider Baby la cámara, y nosotros como espectadores, esta de lado de los retoños Merrye y Bruno. Esto se debe en gran medida al reparto, encabezado por un Lon Chaney Jr. que demuestra en su papel de Bruno que más allá de su hombre lobo es un actor con una capacidad dramática fuera de toda duda, emocionándote en los momentos más serios de la película, y a los carismáticos hermanos Merrye, destacando la magnética Jill Banner como Virginia, que termina siendo la estrella de la cinta (de ahí que el título pasara a ser Cannibal Orgy a Spider Baby) y que nos regala algunos de los mejores momentos. A destacar también entre el reparto la sensualidad de Carol Ohmart como una reprimida sexual que en la intimidad baila en ropa interior frente a su espejo y a Sid Haig como el mayor de los hermanos Merrye.

 La verdad es que Spider Baby es muy desconcertarte, ese tono entre cómico y terrorífico, bien equilibrado como se puede ver al inicio con la secuencia del cartero o la tensa e hilarante cena familiar, hace que no sepas si tomártela en serio o no. Por un lado parece que tiene la intención de marcar un nuevo rumbo en el cine de terror, transmitiendo el mensaje en la canción de los títulos de credito (cantada por Lon Chaney Jr. para más inri) de que los monstruos clásicos del género (Drácula, la momia, Frankenstein o el hombre lobo) iban a dejar paso a una nueva generación de seres mucho más cercanos y cotidianos y por ello mismo más terroríficos (cualquiera puede ser un loco psicópata), pero por otro ese lado lúdico-festivo la convierte en una curiosidad a la que cuesta tomar en serio pese a sus muchos aciertos.

Pese al buen reparto y a la calidad técnica conseguida (bastante alta para haberse rodado con 4 duros y en menos de dos semanas), creo que Spider Baby debe más su estatus de cinta de culto a las circunstancias que a si misma. La película se rodó en 1964 (si no me equivoco) pero no se estrenó por las deudas de la productora. Sin embargo empezó a volverse popular gracias a unos VHS piratas de ínfima calidad que le dieron tanta fama que hizo posible que se estrenara en 1968, siendo un gran hit entre el público femenino adolescente*.

En fin... Spider Baby es una curiosidad que hay que ver sí o sí. No solo es una comedía negra que sabe crear tensión, sino que consigue ambigüedad en la definición de "victimas" y "verdugos" y que tiene algunos personajes y escenas con un gran poder icónico... ¡¡Y que demonios!! Es terriblemente entretenida.

Recomendada a: curiosos de la serie b y espectadores sin prejuicios.

Lo malo: que uno no sabe si hay que tomarse la peli en serio o no.

Lo mejor: es terriblemente entretenida, terrorífica e incluso sensual.


*Información extraída de El Cinéfago de la Laguna Negra y que me ha parecido tan curiosa que he querido destacarla.