Espacio para contaros, con mi habitual falta de vergüenza y mucha egolatría, que me ha parecido tal y cual libro.
A mí me gustan las historias de adolescentes enfrentándose a
un mundo al que no se terminan de adaptar, lo que viene a llamarse “coming on
age” de toda la vida, y tenía muchas ganas de leer este libro que levanta
tantas pasiones como desencuentros, que no odios, y que tan de moda se puso
hace algunos años.
La preciosa portada de la editorial Sembra |
Sinopsis
James es un
adolescente extremadamente sensible, introvertido y perdido. No tiene amigos
porque no le gusta relacionarse con gente de su edad, aunque ser sociable con
cualquier persona es algo que le resulta difícil, las relaciones familiares
tampoco son sencillas para él y solo se lleva realmente bien con su abuela y su
sueño es comprarse una casa en el campo y vivir aislado pasando el tiempo
leyendo en vez de ir a la universidad de Brown, donde ya ha sido admitido.
Opinión
No sé si te
acordarás -o si has leído- que en mi reseña de Ciudades de papel me
quejaba de que Quentin era un personaje inmovilista, muy cerrado en algunas
cuestiones y decidido a seguir siendo igual pasase lo que pasase. De hecho la
búsqueda de Margo solo le sirve para apreciar más su propia manera de ser y de
ver el mundo, asentándose más en sus ideales.
Pues bien, James
Sveck, el protagonista de Algún día este dolor te será útil tiene
muy claro que él tampoco quiere cambiar, hasta el punto de no querer ir a la
universidad -algo que le parece socialmente impuesto y vulgar- y soñar con
encerrarse en una casa y pasar todo su tiempo rodeado de libros y reflexionando
sobre sus lecturas, evitando así cualquier influencia externa.
Como ya te habrás
imaginado James es bastante peculiar. Es un adolescente de 18 años
introvertido, inteligente y muy sensible, su familia se compone de unos padres
divorciados, su madre tiene una vida sentimental inestable y regenta una
galería de arte estrafalaria y decadente mientras que su padre es un ejecutivo
sin apenas tiempo para respirar, una hermana liada con un profesor
universitario casado y Nanette, su comprensiva abuela, la única persona de la familia
con la que se lleva bien. También consigue tener una buena relación con John, el encargado de la galería de su madre... y aquí termina su círculo
social, porque James no se relaciona con gente de su edad y siente
una aversión social que lo vuelve torpe a la hora de tratar de relacionarse con
otras personas, incluida su familia.
Sí, James es una
persona engreída, clasista, egoísta y pedante, para él es difícil ser empático
respecto a los demás y le cuesta entender por qué en ocasiones la gente trata
de acercársele. Resumiendo, que es muy fácil odiarle. Pero según avanza la
historia su vulnerabilidad es cada vez más evidente, haciéndose comprensible
lo perdido que se siente y sus dificultades para relacionarse con la gente, de
ahí ese proyecto de futuro imposible de vivir en una casa en medio de ninguna
parte pasando todo el día leyendo. Para él es más fácil aislarse que enfrentarse
a sus propias limitaciones y frustraciones.
Pero Quentin y
James no pueden ser más distintos, porque mientras que el "héroe" de
Ciudades de papel se mantiene igual de principio al fin, James vive un
auténtico terremoto en su vida... aunque sea en contra de su voluntad. Es un
personaje que crece, aunque no deja de ser un gruñón antipático, y eso es lo
que realmente hace interesante esta historia, que, sin sentimentalismos baratos, asistimos
al crecimiento personal de una persona demasiado sensible a su entorno hasta
llegar a un final que a mí, personalmente, me encantó.
En fin...
Si te soy sincero, creo
que no es totalmente correcto comparar Ciudades
de papel con Algún día este dolor te
será útil, porque ni siquiera estoy seguro que estén destinados al mismo
público: la obra de Cameron funciona a muchos niveles, la historia de este
adolescente perdido y al que le gusta estar atormentado es el reflejo de la Nueva
York post 11S, cuyos habitantes se sienten tan confusos que se lanzan al
trabajo para no pensar en otras cosas -ese padre eternamente ocupado-, a lo superficial -la galería de la
madre-, o que busca desesperadamente el contacto humano sin importar si es real
o no -la hermana liada con su profesor o la búsqueda de pareja por parte de John-. De todas formas, pese a todo este libro
es inteligente, divertido y agudo, una lectura que te hace pensar y que va más
allá de lo que parece en un primer momento.
Recomendado
a: Al lector adolescente -y no
tan adolescente- que sabe que los millennials no son esos vagos que se empeñan
en describir gente como Reverte y otros señores incapaces de aceptar que el
mundo evoluciona sin esperarles a ellos.
Lo peor: Que la peculiar personalidad de James te eche para
atrás en las primeras páginas.
Lo mejor: Lo especial que es James y la ternura, inteligencia y
simpatía que es su historia sin caer en sentimentalismos baratos.
P.S.: Amenazas anónimas y cartas bomba, por criticar Ciudades de papel, que si has leído la entrada enlazada al principio de esta reseña, ya sabrás que no me disgusto, a la dirección habitual. Gracias.
Pues a mí me atrae la personalidad de James. No lo descarto :)
ResponderEliminarY seguro que no te decepcionará.
EliminarMe parece interesante. Además este tipo de libros te hace reflexionar e incluso recordar tiempo pasados en los que teníamos algunos conflictos en nuestra mente con la adolescencia.
ResponderEliminarMe atrae. Muchas gracias.
A mi me gustó mucho, es interesante porque es un texto que funciona a muchos niveles y no solo habla de un adolescente, sino que a través de él y su entorno retrata una ciudad que ha recibido un golpe terrible y eso hace que el texto sea más profundo.
EliminarCoincido contigo prácticamente en todo. En especial con tu critica a lo que muchos creen que son los "millenials" y que, a mi parecer, es una bobada, porque gente así ha habido y siempre habrá, que según ellos encaje a la perfección con su definición. No todos los jóvenes somos iguales, y nadie debería juzgar únicamente por lo que ve, porque la mente es un universo completamente distinto, y en el interior todos cargamos algo mucho más grande.
ResponderEliminarCuando yo leí la novela estaba en una situación en la que me sentía muy identificado con James, así que tal vez por eso a mí su personalidad no me chocó tanto, sino que más bien la comprendía. Aún todavía me siento muy como él, no te voy a mentir, pero cada día hay que dar un paso adelante y ver qué pasa incluso con la incertidumbre de si será lo correcto o no.
Y que no se note que de verdad lo disfruté mucho jajaja ;).
Saludos.
Pd: No sé si sabrás que hay una película basada en la novela,del mismo título, que no es tan buena pero conserva algo de la esencia original.
¡Hola, Luis! Si eres un poco tímido es fácil identificarse con James y sus problemas para relacionarse con la gente, en el fondo, pese a ser una persona un poco complicada, es muy tierno.
EliminarA ver, siempre va a haber cierto tipo de persona que cree que el mundo debe girar a su alrededor y que lo que no encaje en su visión de las cosas es malo. Esas personas, como las que nombro en la entrada, se creen que todos los jóvenes somos vagos, irresponsables y hedonistas, se quedan con la imagen que venden programas como "Hombres, mujeres y viceversa" (o como se llame) y hacen oídos sordos cuando se le intenta hacer ver que eso no representa a toda la juventud.
Sí, se que existe una peli, pero aún no la he visto, pero te aseguro que caerá tarde o temprano.
¡Nos leemos!
Como a Chica sombra, la personalidad de James me atrae, pero no sé si es un libro que disfrutaría; por si acaso no lo descarto :-)
ResponderEliminary ¡¡¡Bienvenido otra vez!!! ;-)
Besos, Chechu :-)
Creo que sí lo disfrutaras, es inteligente, divertido, crítico e incluso tierno sin caer en sensiblerías.
Eliminar¡Hola! ^^
ResponderEliminarVeo que no soy la única a quien no le gustó "Ciudades de papel" xD
Este libro tiene muy buena pinta, y que James no sea como Quentin sin duda es un punto a su favor. Aunque tal y como lo presentas es muy probable que me caiga mal, jaja.
Besos!
No es que odiara Ciudades de papel ni me disgustara especialmente, como lectura ligera funciona, pero me da escalofríos ese mensaje que lanza sobre ser condescendiente con quien no encaja y, sobretodo, aceptar el conformismo como modo de vida y no salirse de lo establecido.
EliminarPues no te sé decir de libros, pero de películas sí.
ResponderEliminarLa peli de Ciudades de papel no conseguí acabar de verla, me resultó un rollo. Pero si te molan las historias sobre adolescentes te recomiendo la peli Al filo de los diecisiete, me ha gustado mucho. La prota se parece mucho a Juno, pero sin el embarazo.
Saludos ;)
Pues apuntada queda, que si la recomiendas tu hay que tenerla en cuenta.
Eliminar