Porco Rosso

Tras "Dentro del laberinto" mi segunda película película favorita es "Porco Rosso" de Hayao Miyazaki. Recuerdo cuanto me fascino la primera imagen que vi de la película, un cartel en el que bajo un primer plano de Porco (el protagonista) y Gina se ve un hermoso cielo con el hidroavión rojo de Porco. Aquello fue en 1993, cuando la película se proyecto en el Festival de Sitges, para promocionar la, por aquel entonces nueva, distribuidora Manga Films.

Porco Rosso trata, para quienes no sepan, sobre un piloto de hidroavión quien, tras luchar en la 1ª guerra mundial, se transforma en un cerdo antropomórfico. Así pues, nihilista y solitario, vive en una isla desierta y se gana la vida como caza recompensas enfrentándose a los que antaño eran sus compañeros de filas, ahora reconvertidos en piratas aéreos. La única conexión con su pasado es Gina, una hermosa mujer que regenta el hotel Adriano, situado en una pequeña isla en el mar adriático y que por las noches canta en el bar de se hotel, refugio de todos los piratas, mafiosos y de todas aquellas perdonas que tratan de disfrutar de la vida pese a la crisis que asola a Italia. La historia empieza realmente cuando entre todos los piratas aéreos, comandados por el grupo Mama aiuto ("ayudame mama" en italiano) contratan a Curtis, un piloto americano que busca fama y que sueña con ser estrella de Hollywood y, más tarde, presidente de los EE.UU., para que derrote a Porco y así poder piratear tranquilos.

Gina actuando en su bar.

Estamos, queridxs mixs, ante una de esas películas que emocionan: Miyazaki consigue homenajear al Hollywood dorado gracias a que conjuga el cine de aventuras con el romanticismo, la melancolía y una épica crepuscular que anuncia el fin de una época que empezó a morir con la 1ª Guerra mundial. Pocas veces una película de animación puede llegar a emocionar tanto como Porco Rosso, como ejemplo solo tienen que ver la escena que les enlace la semana pasada, en la que Porco sobrevuela el jardín de Gina y esta rememora su adolescencia con el piloto antes de que le afectara la maldición o cuando el protagonista le cuenta a Fio, enérgica y alegre jovencita de 17 años que se gana la vida como mecánica de hidroaviones, como consiguió salvar la vida en una batalla, con toda el dolor y la carga de conciencia que eso le acarrea. Y si a una buena historia y a unos personajes carismáticos y elaborados a los que les tomas cariño sí o sí (incluidos los piratas) le unimos la fantabulosa y perfecta banda sonora compuesta por Joe Hisaishi, pues les puedo asegurar que estamos, bajo mi opinión personal, ante la película más madura de Miyazaki.

También hay que destacar la enorme calidad técnica de la película, si bien los personajes siguen con ese estilo simple pero expresivo tan característico de Ghibli, los escenarios son de gran belleza y resultan muy realistas. La animación también esta cuidada y es una auténtica gozada ver a los hidroaviones surcando el cielo y el mar, donde podemos ver como los reflejos del sol en los aparatos, las consecuencias de los vuelos rasantes sobre el mar o la tierra o los pequeños detalles en escenas llenas de extras como cuando Porco se pasea por Milan o en el bar del hotel.

Para terminar les dire que no estamos ante una película perfecta, Miyazaki siempre ha tenido problemas con el ritmo, pero si estamos ante una historia que hace soñar gracias a la melancolía y el romanticismo que transmite. Por cierto, desde este agosto se dice que Miyazaki anda preparando una secuela, aunque no esta claro si en forma de film o de manga, titulada Porco Rosso: The Last Sortie que estaría ambientada en la guerra civil española.

¡Sonrían para la foto!