Super 8, tirando del carro de la nostalgia

¿Es justificable que el máximo reclamo de una película sea la nostalgia? ¿En un momento en el que abundan los remakes y los reinicios de sagas “clásicas” es lícito rodar una película al estilo de las de hace 30 años? Estas son algunas de las preguntas que me despierta Super 8, la película que le hubiese gustado rodar a J. J. Abrams mientras veía con sus amigos E. T. o Los Goonies, que para más inri le produce Spielberg, cabeza pensante y bolsillo productor de algunas de las películas infantiles/juveniles más recordadas de los 80.

Super 8 me gusto, sí, pero me pareció algo desbalazada. En la parte positiva de la película podemos encontrar las tramas protagonizadas por niños y adultos. J.J. Abrams consigue ser sutil y crear una telaraña de emociones y sentimientos que no deja de crecer y mutar a lo largo de la película. A esto hay que añadirle un buen reparto: los niños están naturales, destacando Joel Courtney y Elle Fanning, hermanísima de Dakota Fanning; por su parte los adultos están correctos, destacando Kyle Chandler, a quien ya le había echado el ojo en la serie Edición Anterior cuando se emitía en abierto en Canal +. Otros elementos a destacar son la secuencia inicial, delicada e inteligente, y el accidente de tren, que es realmente espectacular. Así como la imagen granulada y la estética setentera.
Sin embargo la trama del extraterrestre me pareció la menos consistente y por ello la parte más negativa. No por la historia en sí, sino porque su desarrollo no despierta la tensión ni el terror necesario, convirtiéndose en el mayor lastre al unirse todas las subtramas ya que la película no gana en emoción, sino que pierde fuerza y se deshincha un poco hasta llegar a un final algo flojo. Sin embargo SPOILER (para ver el texto selecciónenlo con el cursor como si fuesen a copiarlo) ese plano del padre y el niño sujetando el camafeo con la foto de la madre, imagen congelada que les recuerda su muerte y les impide seguir con sus vidas, que finalmente dejan marchar me parece realmente precioso. FIN DEL SPOILER.

Personalmente Super 8 no me parece una película redonda y sin embargo me encantó. La razón es la nostalgia, pero el problema de basar una película en este concepto es que solo se puede atraer a un público que ronda o supera los 30 años, pero que deja fuera a todas aquellas personas que por edad no han disfrutado de los referentes de Super 8 en su infancia. 

Tampoco me parece muy lícito rodar una película “retro” cuando estamos en medio de una oleada de remakes y reinicios por falta de verdaderos puntos de referencia en el cine actual. Lo que se necesita son películas que realmente lleguen al corazón del público que empalagoso me ha quedado esto como en su momento lo consiguieron E.T., Los Goonies o Encuentros en la tercera fase y no cintas más interesadas en repescar a unos espectadores nostálgicos que en dejar huella en la memoria de los actuales espectadores.

Lo mejor: El mundo interior de los personajes y el reparto al completo. La imagen granulosa. El inicio, la secuencia del accidente de tren y la del autobús.

Lo más mejor de la película: El corto que ruedan los niños y que podemos disfrutar durante los títulos de créditos finales. Genial. 

Lo peor: La subtrama del extraterrestre, que carece de tensión, terror y, sobretodo, del sense of wonder que hubiera hecho que la película hubiese sido realmente maravillosa.