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viernes, 27 de diciembre de 2013

Las vírgenes suicidas (Sofia Coppola, EE.UU., 1999)

Hace años que vi por primera vez esta película. Por aquel entonces no había empezado a leerme el libro el libro y me gusto mucho. Pero ahora que estoy con el libro el nuevo visionado me ha producido sentimientos encontrados...

Años 70, un barrio residencial de una ciudad americana se ve sacudido por el suicidio de la más pequeña de las hermanas Lisbon, lo que demuestra que la supuesta perfección que invade la zona no solo es puro teatro, sino que además aumenta la fascinación que las hermanas ejercen sobre los chicos de su edad.


Las vírgenes suicidas es una película sobre la adolescencia y las (falsas) apariencias. La fascinación, nunca superada, de los chicos del barrio por las Lisbon me parece una metáfora preciosa sobre como se ve la vida cuando tienes todo el tiempo del mundo por delante: todas son bellas, misteriosas y atrayentes, ofrecen una imagen inmaculada con sus cabelleras rubias y sus ojos azules que termina desapareciendo no por sus defectos, sino cuando demuestran ser mundanas. Las Lisbon, como la vida, son apetecibles vistas desde lejos, pero cuando se descubre que son tan prosaicas como cualquiera la magia desaparece, como con la vida, que en la adolescencia es un lienzo en blanco esperanzador pero decepciona cuando uno crece y descubre que hay que dejar muchos de los sueños de la adolescencia. Que el recuerdo de las hermanas permanezca grabado a fuego una vez muertas y que tanto las hermanas, excepto Lux que es el personaje mejor desarrollado, y sus padres estén tan desdibujados responde al modo en el que recordamos una mitificada adolescencia desde la edad adulta.

En un segundo plano hay cierta crítica a las falsas apariencias, al esfuerzo de las familias del barrio por aparentar ser perfectas de puertas para afuera escondiendo sus penas y miserias entre las cuatro paredes de sus casas. La SophiCo (como los amigos llamamos a la Sofia) lo muestra con una fotografía luminosa y etérea que le da un toque de ensoñación y un distanciamiento frente al drama que se esta contando. Lo importante es que todo sea bonito, aunque tras la belleza este ocurriendo lo más horrible que uno se pueda imaginar. También hay algún hachazo a la prensa sensacionalista y al fundamentalismo religioso que podrían haber dado más juego.

Frente a los colores pastel y a la atmósfera etérea que responde a las brumas de los recuerdos idealizados de la película, en el libro de Jeffrey Eugenides lo que sentimos es una atmósfera densa, turbia y asfixiante. Es evidente que la Coppola decidió mostrar su propia visión del libro y no una adaptación fiel en forma y espíritu, por eso prefiere perderse entre recuerdos brumosos en vez de abandonarse a la oscuridad, aligerando en parte el relato: mientras que el libro utiliza a las hormonas descontroladas de la adolescencia para contarnos el drama de las Lisbon, la SophiCo utiliza el drama de las Lisbon para analizar los sueños y anhelos de la adolescencia y como esta llega a su fin al enfrentarse a la (dura) realidad. Aquí el orden de los factores si afecta al producto.

Esto tiene sus cosas buenas y sus cosas malas: por un lado tenemos una nueva interpretación del libro, algo siempre interesante si hay algo que contar como es el caso, y unos recursos bien utilizados para llegar a un fin determinado, pero por otro echo en falta al atmósfera turbia e incluso sexual del libro y casi me siento enfadado ante la aparente ligereza con que la Coppola se enfrenta a la vida de las Lisbon. Me da la sensación de que esta más interesada por el envoltorio que por el contenido. Es una buena película porque consigue mostrar algunas ideas interesantes pero desaprovecha el buen material del que parte.

Recomendada a: los padres que están pensando si llamar al reality Hermano mayor o enviar a sus hijos al próximo casting de Gandia Shore.

Lo peor: la ligereza con la que la Coppola se acerca a las Lisbon.

Lo + peor: tener que leer esta reseña tan larga y pedante.

Lo mejor: el baño de realidad que supone encontrarse a un Trip Fontaine adulto.

P.S.: El Sr. Osito ha creado un interesantísimo paralelismo entre Las vírgenes suicidas y Carrie y aunque le insisto mucho para que lo escriba en su blog se muestra reticente. Tal vez si desde aquí lo obligamos animamos lo haga.

7 comentarios:

  1. Sobre la peli, ya sabes que opino igual: es bonita visualmente y original en cuanto que saca un cierto lado cómico o tragicómico a la historia del libro, pero me faltó la sensación de opresión de la novela. Es cierto que la adaptación no tiene por qué ser fiel al espíritu de la obra original, pero me parece que el cambio de tono hace que -si no has leído la novela- ni siquiera entiendas bien qué las lleva a suicidarse, dado que todo esa sensación de decadencia, encierro y ser los bichos raros de la ciudad que domina en el libro aquí no está.

    Sobre lo del paralelismo entre Las vírgenes suicidas y Carrie -me refiero sobre todo a las novelas originales de King y Eugenides- ya que insistes lo puedo desarrollar aquí :-) En realidad no es más que una chorrada, pero leyendo Carrie recientemente me parecía que Eugenides al escribir sus Vírgenes debía haberla tenido en mente de alguna manera. Como es obvio, Carrie no es en realidad una novela sobre la telekinesis sino sobre el acoso escolar, sobre ser un bicho raro y sobre el deseo de venganza. En esa dimensión de gran novela sobre el mundo de los institutos y las relaciones de poder y sometimiento que se dan en esa sociedad paralela que es la de los adolescentes, que me parecía que conectaba con Las vírgenes suicidas, otra novela que, aunque con una historia muy distinta, también refleja muy bien el microcosmos de los adolescentes de una ciudad pequeña, sus obsesiones, el afán por dejar de ser bichos raros o las ansias sexuales. Además -y esto ya lo decía medio en broma- también hay algunos puntos de la trama que coinciden, aunque tengan una función distinta: la madre religiosa y controladora, la importancia del episodio de la fiesta o baile escolar, la catástrofe final -aunque muy diferentes. También tienen en común, aunque de manera distinta, contar con una instancia del narrador plural: en Carrie, con esa inserción de documentos, libros, declaraciones ante el tribunal, que completan la voz del narrador omnisciente y crean una polifonía; y en Las vírgenes con esa especie de narrador colectivo que representa a todos los chicos varones del barrio, obsesionados colectivamente por las hermanas Lisbon, además de las referencias a anexos, documentos, etc -que no aparecen en el texto-, pero que le dan cierto aire de invstigación judicial, al igual que el que tiene Carrie.

    Y eso era todo :-)

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    1. Te agradezco, y no imaginas cuanto aunque no te lo he demostrado cuando hemos estado juntos, lo mucho que te agradezco esta disertación sobre los paralelismos entre ambas novelas. Resulta realmente interesante ver como se trata un mismo tema mediante miradas diferentes.

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  2. Hmm... he oído hablar mucho sobre esta peli, pero no me llama la atención demasiado. No me van los dramas, no me gusta mucho Kirsten Dunst y no tengo ninguna hija con problemas de actitud, así que...

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    1. La verdad es que respecto al libro el drama queda como muy aguado, es una visión muy aligerada del mismo y la Coppola esta más interesada en mostrar la máscara de perfección que esconde las bajezas humanas y en darle a todo un tono brumoso que en cargar las tintas en el drama.
      La Dunst esta bien y eso que a penas abre la boca, en realidad los diálogos entre todos los personales son bastante escasos.

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  3. Precisamente me acaban de encargar una portada para este libro. He empezado a leerlo y seguro que me gustará más que la película de Coppola que siempre me ha dejado indiferente y su trabajo sobrevalorado.
    ¡Muy guapa la felicitación! ¡Qué tengas muy buen 2014!
    Borgo.

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    1. A mi el libro me esta gustando mucho más que la película. La verdad es que cuando la vi por primera vez me gustó mucho, porque me dio la impresión que era más interesante por lo que no mostraba que por lo que sí, pero ahora me parece un tanto frívola y aguada, pero no mala.
      Felicidades por el trabajo, me muero de ganas por ver tu portada y feliz año para ti también.

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  4. Es de las pocas que he visto de Sofia Coppola y de momento también es la que más me ha gustado.

    La he visto dos veces este año, y debo reconocer que la primera vez no me gustó. Se me hizo lenta y aburrida... y me dejó la sensación de no haberme enterado de todo lo que me querían contar. Pero tiempo después y por insistencia de terceros, la volví a ver y esta vez de manera distinta, fijándome mejor en los destalles y, sobre todo, leyendo entre líneas, y esa vez sí que pude captar todo el mensaje de la película. Me ha pasado con muchas películas...

    La novela no la he leído, pero de momento no creo que lo haga porque con la cantidad de pendientes que tengo... uf, lo veo difícil.

    Besos

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