A petición (vía facebook) del amiguete Corlecs incluyo, aunque realmente no formo parte, a El secreto de la pirámide (tambien conocida como El jovencito Sherlock Holmes) en el miniciclo de películas de Sherlock Holmes.
Que los años 80 se gestaron algunas de las mejores películas juveniles e infantiles es algo que no se puede negar. No es que la nostalgia me obligue a pensar de esta manera, es que fue en ese momento cuando se filmaron cintas como El club de los cinco, Dentro del laberinto, Los Goonies, Regreso al futuro, La princesa prometida o Gremlins entre muchas otras, películas que se demuestra, más allá de la nostalgia, que hubo una mirada diferente hacia la infancia y adolescencia que ha sido sustituida por una sobreprotección e idiotización de la infancia más que preocupante.
Pero centrémonos en la película que es lo importante:
Pero centrémonos en la película que es lo importante:
Al igual que Elemental, Dr Freud o La vida privada de Sherlock Holmes, El secreto de la pirámide también se centra en contar una historia al margen de los relatos literarios de Doyle, y, como las ya nombradas, busca mostrar o resolver misterios personales del famoso detective. Sin embargo, y al contrario que las otras cintas, en vez de desmitificar y humanizar al personaje, lo que busca esta visión teenager de Holmes es mitificarlo, sentar las bases de los elementos más icónicos (el sombrero y el abrigo, la pipa, su misoginia -aquí reconvertida en un amor frustrado que le perseguirá toda su vida-) y lo consigue perfectamente.
Sin embargo lo que hace a El secreto de la pirámide realmente especial es el perfecto equilibrio entre el terror más onírico y el misterio más mundano y un sense of wonder que lo inunda todo, lo que hace volar la imaginación del espectador y que este termine rindiéndose ante una película que solo tiene dos pretensiones, a saber:
- Rendir un homenaje al detective más famoso de la literatura y el cine.
- Entretener al espectador con un relato bien construido en el que la tensión aumenta gradualmente hasta la resolución del misterio.
Y no se puede negar, la película sale victoriosa.
Recomendada a: treintañeros con hijos a los que descubrir el cine infantil-juvenil de los años 80.
Lo peor: que los efectos especiales envejecen mal.
Lo mejor: da igual cuantas veces la hayas visto o que te la sepas de memoria, nunca aburre. Nunca.
Una peli ligerita sobre Sherlock Holmes muy de los 80 en la que los adolescentes son los protagonistas, con todo lo que hay de poca seriedad en la propuesta. Pero bueno, es para un tipo de público muy concreto que va al cine a entretenerse y comer palomitas (que en los 80 también se hacía eso).
ResponderEliminarUn saludo, Nocivo. Muy buena entrada.
Es uno de mis amores :3
ResponderEliminarAyyyy, me encantaba muchísimo de pequeña esta película. Llevo años queriendo volver a verla, la tengo descargada desde hace siglos...pero nada, nunca me pongo. Ahora me han dado más ganas, porque aunque sé que se le tiene cariño, no sabía si igual de pequeña me pareció más de lo que podía ser. Pero yo creo que me gustará al volver a verla.
ResponderEliminarHola!! tu blog está genial, me encantaria afiliarlo en mis sitios webs de pelis, por mi parte te pediría un enlace hacia mis web de peliculas y asi beneficiarnos ambos con mas visitas.
ResponderEliminarsi estas de acuerdo me responde con un mensaje a emitacat@gmail.com
besoss!!
Emilia