He de admitir que tengo cierta predilección por el cine de terror de los 60-70, en la actualidad el género me parece que ha perdido fuerza, sobretodo en el apartado de casas encantadas, donde casi todas las cintas se parecen unas a otras en exceso desde los años 90 abusando de efectos sonoros y digitales y olvidando lo más importante: la creación de una atmósfera de tensión que termine explotando en un grito de terror en el momento adecuado. Por suerte nos quedan perlas como La leyenda de la casa del infierno, cuyo guión fue escrito por Richard Matheson adaptando su propia novela.
Que nadie se deje engañar por el truculento y juguetón, a la par que maravilloso cartel, porque no estamos ante una cinta llena de sangre y violencia, cosa que también hay, sino ante una película que se toma su tiempo para crear una atmósfera de tensión creciente que incomoda y deja sin aliento al espectador en más de un momento, lo cual constituye una victoria y demuestra que el terror adulto existe más allá de remakes y psicokiller obsesionados con bellezas adolescentes.
Es cierto que el paso de los años le caen encima como una losa y que ha quedado anticuada, pues tiene ciertas reminiscencias yeye que hoy en día pueden chirriar como posiciones de cámara imposibles, composiciones de plano más complicadas aún, colores saturados y llamativos (sin llegar a extremos chillones de Argento y otros amiguetes italianos) y ropajes y peinados que ahora solo llevan los más modernos porque el rollo mod nunca termina de pasar de moda, pero eso forma parte de su encanto y le da un empaque que, una vez más, la aleja delas fotocopiadas películas de casas encantadas (y no de conocerte) actuales. Eso sí, pese a las características de la época la película tiene una factura fantástica: cuenta con unos efectos especiales anticuados pero tremendamente funcionales y unos decorados impresionantes que no solo hacen creíble que la mansión Belasco existiera, sino que por si mismos ya ayudan a crear inquietud desde el mismo momento en el que el grupo protagonista cruza la verja que permite la entrada a los terrenos de la edificación.
También ayuda a que la cosa funcione un entregado y sufriente reparto que hace creíble a un grupo tan dispar (un científico que intenta demostrar que los fenómenos paranormales no existen y su mujer -la cual se acopla a la visita de la mansión en plan vacaciones-, una joven médium psíquica obsesionada con la biblia y un médium físico que ya estuvo en la casa y que casi perdió la vida y el juicio). Aunque tal vez el único punto flaco sea la historia, la cual es sencilla y típica: un ricachón enfermo contrata a una serie de personas para que le demuestren, antes de morirse, si realmente existe algo después de la muerte y por supuesto los integrantes del grupo son tan distintos y la casa los somete a una tensión tal que los choques y enfrentamientos no tardan en producirse. Hay detalles que no terminan de aclararse y ciertos agujeros negros que uno perdona hasta llegar a un clímax terrorífico que en su explicación final roza el ridículo. Sin embargo estamos ante unos de esos momentos en los que la meta no es lo importante, sino el camino recorrido, siendo la parte central de la película lo mejor.
La leyenda de la casa del infierno puede haber quedado anticuada, pero es una gran representante del subgénero de casas encantadas que crea tensión y provoca terror como pocas han sabido hacer.
Recomendada a: quien quiera ver una auténtica película de terror.
Lo peor: que haya quedado algo anticuada y eso eche para atrás a más de uno, sobretodo a esos adolescentes para los que el cine se inventó a mediados de los 90.
Lo mejor: es realmente terrorífica.
Es cierto que el paso de los años le caen encima como una losa y que ha quedado anticuada, pues tiene ciertas reminiscencias yeye que hoy en día pueden chirriar como posiciones de cámara imposibles, composiciones de plano más complicadas aún, colores saturados y llamativos (sin llegar a extremos chillones de Argento y otros amiguetes italianos) y ropajes y peinados que ahora solo llevan los más modernos porque el rollo mod nunca termina de pasar de moda, pero eso forma parte de su encanto y le da un empaque que, una vez más, la aleja delas fotocopiadas películas de casas encantadas (y no de conocerte) actuales. Eso sí, pese a las características de la época la película tiene una factura fantástica: cuenta con unos efectos especiales anticuados pero tremendamente funcionales y unos decorados impresionantes que no solo hacen creíble que la mansión Belasco existiera, sino que por si mismos ya ayudan a crear inquietud desde el mismo momento en el que el grupo protagonista cruza la verja que permite la entrada a los terrenos de la edificación.
También ayuda a que la cosa funcione un entregado y sufriente reparto que hace creíble a un grupo tan dispar (un científico que intenta demostrar que los fenómenos paranormales no existen y su mujer -la cual se acopla a la visita de la mansión en plan vacaciones-, una joven médium psíquica obsesionada con la biblia y un médium físico que ya estuvo en la casa y que casi perdió la vida y el juicio). Aunque tal vez el único punto flaco sea la historia, la cual es sencilla y típica: un ricachón enfermo contrata a una serie de personas para que le demuestren, antes de morirse, si realmente existe algo después de la muerte y por supuesto los integrantes del grupo son tan distintos y la casa los somete a una tensión tal que los choques y enfrentamientos no tardan en producirse. Hay detalles que no terminan de aclararse y ciertos agujeros negros que uno perdona hasta llegar a un clímax terrorífico que en su explicación final roza el ridículo. Sin embargo estamos ante unos de esos momentos en los que la meta no es lo importante, sino el camino recorrido, siendo la parte central de la película lo mejor.
La leyenda de la casa del infierno puede haber quedado anticuada, pero es una gran representante del subgénero de casas encantadas que crea tensión y provoca terror como pocas han sabido hacer.
Recomendada a: quien quiera ver una auténtica película de terror.
Lo peor: que haya quedado algo anticuada y eso eche para atrás a más de uno, sobretodo a esos adolescentes para los que el cine se inventó a mediados de los 90.
Lo mejor: es realmente terrorífica.
Comento aquí, porque en el tema manga ando justito.
ResponderEliminarEsta peli me encantó (es verdad que es una maravilla que no ha envejecido bien del todo), aunque te recomiendo que leas la novela en la que está basada, que es incluso más inquietante.
P.D: Cartelazo de escándalo.