Reseña literaria: Ana de las tejas verdes (L.M. Montgomery, Ed. Toro Mítico)

Espacio para contaros, con mi habitual falta de vergüenza y mucha egolatría, que me ha parecido tal y cual libro.

Ya os comenté en la sexta entrega de Leyendo... que de crío era muy fan de la serie de anime de Ana de las Tejas Verdes, dirigida por Isao Takahata, el socio de Miyazaki en Ghibli, y que adaptaba, con algunas variaciones, el primer libro. Pese a la curiosidad por leer los libros no me había animado hasta que hace poco descubrí que los estaban editando otra vez, así pues me decidí a conocer la vida del personaje más famoso de Montgomery.

Sinopsis

Debido a su edad, la práctica y severa Marilla y su tímido hermano Matthew deciden adoptar a un muchacho para que les ayude a llevar Tejas Verdes, la granja en la que viven en el pueblecito de Avonlea, pero su sorpresa será mayúscula cuando en vez del chico, los hermanos se encuentren con Ana, una desgarbada y pelirroja jovencita con una imaginación desbordante y que no deja de hablar. Tras considerarlo deciden quedarse con la huérfana, lo que cambiará no solo sus vidas, sino también la del pueblo entero.

Opinión

Al haber disfrutado de la versión anime ya tenía la ventaja de conocer la historia, lo que podría haber jugado en mi contra y provocar que me aburriera, pero por suerte el encanto que desprenden las aventuras de Ana y como estas trastocan la vida de todo aquel que la rodea me ha enamorado por completo.

A lo largo de las 344 páginas, seremos testigos de como en 5 años Ana es capaz de llenar las grises vidas de Marilla y Matthew de amor, haciendo que los dos hermanos descubran cosas de si mismos que ni siquiera imaginaban. En este aspecto destaca especialmente Marilla, la cual al principio aparece como una solterona estricta y amargada, con una manera de entender la vida de lo más práctica y, poco a poco, veremos como se sorprende de sus propios actos de cariño hacia la huerfana y de como su amor por ella crece al mismo tiempo que lo hace la niña y se acerca el momento en que esta inicie su vida como adulta. La verdad es que ver esos cambios en este personaje es de lo que más me ha gustado y creo que en realidad Marilla es la gran protagonista a la sombra: es una mujer que siempre había reprimido sus sentimientos y de repente descubre que tiene muchísimo amor que dar, aunque procura disimularlo siendo estricta con Ana para mejorar la educación de la niña.

Y por si el desarrollo del personaje de Marilla me parece simplemente sublime, no me puedo olvidar de Ana, a la que vemos crecer y madurar. Al principio me cayó fatal, siempre con el cuento de la pobre huerfanita que en su vida no ha visto X o no ha hecho Y, pero es cierto que es una chiquilla encantadora, servicial,  con una imaginación incontrolable, inteligente y algo despistada que poco a poco va calmándose y descubriendo el mundo que la rodea mientras se convierte en una joven sabia, que ha aprendido a juzgar los acontecimientos en su justa medida y que no ha perdido ni un ápice de generosidad al dar su amor ni su capacidad para sacrificarse por los demás. Me encantó especialmente el desarrollo de la historia de amor y la decisión que Ana toma al final del libro.

A esto hay que añadirle la manera en la que Montgomery utiliza la naturaleza como marco de la historia, formando su ciclo parte del desarrollo de los acontecimientos y los sentimientos de los personajes y consiguiendo que el entorno sea un personaje más, tan protagonista como la propia Ana o Marilla.

En fin...

Ana de las Tejas Verdes nos cuenta una historia preciosa, con mucha inteligencia a la hora de hacer crecer a los personajes y con mucha ternura y emotividad. Os voy a contar un secreto ahora que no nos lee nadie: no os podéis imaginar la llorera que me entró en los dos últimos capítulos.

Recomendada a: fans del romanticismo de verdad y con ganas de emocionarse sin sensiblerías baratas.

Lo peor: la edición es muy notable, pero me parece algo hortera.*

Lo mejor: Marilla, me parece un personaje terriblemente tierno pese a su fachada de mujer estricta. Para mi la auténtica protagonista.

*Cartas bomba y amenazas a la dirección habitual, gracias.