Reseña cine: Mi casa en París (Israel Horovitz, Reino Unido, 2014)

Rincón para compartir mi opinión de las películas que veo en cutrerreseñas súper pedantes. Porque yo lo valgo.

Dejo de lado el listado de películas y series del Seen on TV #5 para traeros mi reseña de una película que aún esta en cartel: Mi casa en París, tragicomedia que adapta la obra teatral My Old Lady escrita y dirigida por el director y guionista de esta película y que mi santo y yo vimos un poco por rebote cuando, estando haciendo turismo por Valencia (sí, turismo en casa), decidimos aprovechar el día del espectador.

Cartel súper original...

Sinopsis

Mathias, un norteamericano de mediana edad arruinado y exalcohólico, hereda a la muerte de su padre una casa en uno de los barrios más de moda de París, así que destina el poco dinero que le queda en viajar a la capital francesa con la intención de hacerse rico vendiendo el inmueble. Pero al llegar a su nueva casa descubre que en ella habita una nonagenaria y su hija, ya que la casa fue comprada a la anciana mediante un método según el cual el comprador paga una mensualidad al vendedor, quien sigue viviendo en la casa hasta su fallecimiento, momento en el que el comprador podrá hacerse con el inmueble. Por ello mismo, Mathias, arruinado y sin un techo, deberá ingeniárselas para hacerse cargo de la mensualidad mientras intenta colocarle ese contrato de venta a un comprador interesado en la casa.

Opinión

Empiezo a lo bestia y sin miramientos, como si nos quitáramos un esparadrapo.

La peli es una adaptación de una obra teatral y eso se nota. Eso no tiene por que ser malo, pero el ritmo de la historia es más que dudoso y en ocasiones se vuelve lenta y pesada, demasiado teatral en algunas escenas, lo cual te obliga a armarte de paciencia y a respirar hondo mientras intentas que tu mente no se ponga a pensar en otras cosas para distraerse.

¿Pero sabéis qué? Pues que el esfuerzo vale la pena.

Os reconozco que la peli no me ha encantado, pero tiene cosas buenas que la salvan de la quema por completo.

Kevin Kline y Maggie Smith peleando a brazo partido por lucirse más que el otro.

Una de esas cosas buenas es que huye del "cine turista", en vez de mostrarnos imágenes de postal de París el director prefiere encerrarse con los protagonistas, lo que nos ahorra el complejo de paseo turístico, apareciendo algún lugar emblemático de la ciudad cuando es realmente necesario y no por capricho de vendernos la ubicación.

Otro punto a su favor es un trío protagonista que consigue que unos personajes desagradables, al menos a mi no me cayó bien ninguno, no sean simplemente odiosos, sino unas personas que arrastran una serie de problemas y traumas del pasado que les hace equivocarse una y otra vez, viéndose solos, perdidos e indefensos ante unos recuerdos del pasado a los que no saben enfrentarse. Kristin Scott Thomas esta tan elegante y creible como siempre, Kevin Kline vuelve a sobreactuar, que es lo suyo, pero consigue transmitir un patetismo que lo hace muy humano y Maggie Smith... ¿hace falta que os lo diga? Pues consigue fundirse con su personaje en su intento por autoengañarse en lo que respecta a las consecuencias de sus actos. Sin embargo, pese a su buen hacer, la mezcla de comedia y drama no termina de funcionar. Resulta catártica por la forma en la que sus personajes se enfrentan a sus fantasmas del pasado, pero se excede con el drama y rechina a la hora de intentar mostrarse chispeante y sarcástica, como si el director y guionista no hubiera sido capaz de decidir el tono de la película.

Kristin Scott Thomas, todo elegancia.

En fin...

Mi casa en París puede ser una opción si buscas un cine más maduro y catártico o si tienes ganas de verla, pero su ritmo y las dudas del director a la hora de escoger el tono dela historia la hacen un tanto fallida.

Recomendada a: si buscas huir de las salas llenas de adolescentes whassaapeando.

Lo peor: el ritmo y la vacilación en cuanto al tono de la historia.

Lo mejor: el reparto.

El dato: durante los títulos de crédito y al final hay un par de escenas extra.