Reseña cómic: En la vida real (Cory Doctorow y Jen Wang, ed. Roca Editorial)

¡Reseñas de cómics para el nene y la nena, oigan! Así de simple, mi opinión sobre historias dibujadas que atrapan a sus protagonistas en viñetas.

Ya se que viene con retraso, pero por fin esta aquí la reseña de En la vida real, un cómic -o novela gráfica como dicen ahora las editoriales para hacer creer que se trata de un producto menos infantil- que tuvo cierta repercusión por los blogs cuando salió y que me llamó la atención por una historia que tocaba temas muy serios y un dibujo muy bonito.

Sinopsis

Amanda es una gran heroína, una luchadora invencible, y sin miedo alguno... en TerrÁurea, un famoso rpg online. En la vida real es una chica algo tímida y apocada que va por la vida sin demasiadas aspiraciones. En TerrÁurea forma parte de un clan compuesta solo por jugadoras, donde ganará reconocimiento y dinero gracias a las misiones para las que las contratan y todo es diversión hasta que conoce a un "granjero", un jugador chino cuyo trabajo es pasarse 12 horas diarias en su empresa conectado al juego cultivando valiosos items para luego venderlos a jugadores de otros países a cambio de dinero real, lo cual esta prohibido, y le abre los ojos a Amanda sobre la realidades sociales y económicas en las distintas partes del mundo.

Opinión

Como ya he dicho, lo que me llamo la atención de En la vida real son los temas que toca, por un lado esta la dicotomía entre identidad real e identidad online y los conflictos que eso genera y, por otro, un tema tan complejo e ignorado como la explotación laboral a través de los juegos online, un tema del que no se suele hablar, pero que parece que esta a la orden del día y que mueve grandes cantidades de dinero.

Amanda es la típica adolescente incomprendida y, en su caso, solitaria por culpa de su timidez, complejos y la sobreprotección de una madre que teme que las moderneces que ella no entiende puedan pervertir a su hija. Amanda no conoce mucho del mundo real más allá de su familia e instituto y su incursión en el rpg online, al que sorprendentemente su madre le permite jugar por haber una supervisión adulta, parece inspirarla para intentar ser mejor y más fuerte más allá de la ilusión poligonal del juego. Admito que me gusta el contraste entre la Amanda "real" y la Amanda "virtual" y su crecimiento personal a lo largo de la historia, encuentro lógico que al moverse por un mundo en el que su aspecto físico no importa, para eso tiene un avatar que corrige todo lo que no le gusta de si misma, se crezca y se crea que todo es mejor, más fácil y adquiera cierta confianza que trata de trasladar al mundo real. Es un personaje adolescente algo prototípico, pero dentro de la historia de este cómic funciona muy bien, que consigue tu empatía y que comprendas sus errores y torpezas.

Lo que me ha dejado bastante frío, e incluso diría que decepcionado, es que la historia peca de ingenua para los temas tan serios y duros que trata. Amanda conoce a un "granjero" llamado Raymond con el que entabla amistad, este le cuenta que es chino y que su trabajo consiste en estar conectado durante largas y agotadoras jornadas a TerrÁurea para cultivar items que luego serán vendidos a cambio de dinero real. Esto le descubre a la protagonista un mundo mucho más crudo del que conoce, donde hay desigualdades sociales y económicas, explotación laboral y un enorme desequilibrio en el reparto de la riqueza, que provoca que algunos países menos desarrollados trabajen para que la sociedad occidental mantenga su nivel de vida. La manera en la que la historia desarrolla estos temas es demasiado amable para la gravedad que realmente tienen, la obra parece que tiene miedo de ponerse demasiado seria y por ello pasa por todo ello de puntillas, sin ahondar demasiado, no sea que el lector se aburra, hasta llegar a un final un tanto sonrojante por lo facilón y cobarde que resulta. Es como si al ser una obra juvenil, no pueda tratar en profundidad temas de calado social y esté condicionada sí o sí a un final condescendiente que no le amargue el día al lector.

Eso sí, lo que sin duda brilla por encima de todo es el magnífico dibujo de Jen Wang, quien con una línea definida y una paleta de colores muy acertada sabe darle un estilo distintivo a cada plano de realidad y consigue un diseño de personajes precioso y muy expresivo.

En fin...

En la vida real es un cómic juvenil que intenta poner sobre la mesa una serie de temas complejos y socialmente comprometidos, pero que demuestra que de buenos sentimientos no se vive, ya que no quiere profundizar en esas desigualdades que muestra y prefiere darle al lector una lectura simplista y facilona. Pese a no explotar todas sus cualidades, es una obra interesante y recomendable, que no aburre y que entre muy bien por los ojos.

Recomendada a: quien guste de los juegos online y/o quiera pasar un buen rato con un cómic agradable de leer.

Lo peor: que simplemente sea "agradable". Tal y como toca los temas comprometidos solo consigue poner algunos problemas de nuestra sociedad sobre la mesa, no remover conciencias.

Lo mejor: sus buenos sentimientos y, especialmente, un dibujo fantástico.