Minirreseñas de cine #3: especial cine francés

Sección para agrupar varias películas y comentároslas en reseñas cortitas.

Vuelven las minireseñas, en este caso centradas en el cine del país vecino -el de arriba, el que está detrás de Andorra-, para comprobar que no solo hacen cansinas "comedias francesas del año", sino que se atreven con casi todo.

La belle personne (Christophe Honoré, Francia, 2008)

Cuando leí Las paredes oyen, de Juan Ruiz de Alarcón, me hizo pensar que las comedias del XVII demuestran que los adolescentes de entonces -si se les puede llamar así- y los de ahora no son tan diferentes: todos buscan la persona adecuada para frungir un rato.

Parece que Christophe Honoré piensa lo mismo y para demostrar que las obras de ese periodo siguen manteniendo su atractivo y vigencia, trasladó a la actualidad la novela de 1678 La Princesa de Cléveris, de Madame de La Fayette, cambiando para ello de escenario, la acción pasa de la corte de Enrique II de Francia -s.XVI- a un instituto de un barrio bien de París.

¿El resultado? Pues una película muy estilizada, con un reparto joven y atractivo al que Honoré se recrea -especialmente con la parte masculina- e interesante, pero algo confusa: todo ocurre demasiado deprisa, hay personajes y tramas que al principio parecen que tendrán protagonismo pero que luego desaparecen sin dejar rastro y se le nota al director que es un poco presuntuoso. Pese a todo no me ha desagradado gracias a su estudio sobre del amor y el capricho, su elegante estética y a un reparto que esta bastante bien.

Recomendada a: quienes saben que los jóvenes siempre se han comportado igual.

Lo peor: todo pasa demasiado rápido y en ocasiones algunas cosas resultan un poco forzadas.

Lo mejor: deleitarse la vista con un atractivo reparto que, encima, actua bien.

Dejad de quererme (Jean Becker, Francia, 2008) 

Reconozco que al principio la película me la coló: no sabía muy bien por qué el protagonista, un publicista de éxito con una familia feliz y amigos que realmente se quieren, se comporta como un cretino ganándose el odio de todo el mundo. Aunque al rato empieza a olerse por donde va el asunto.

Dejad de quererme no es una película fácil, ya sea porque en ocasiones roza la frontera con el melodrama telefilmero más facilón, ya sea porque en ocasiones consigue ser realmente conmovedora, especialmente en su tramo final, cuando el protagonista se reencuentra con su padre y la historia cambia de tercio para centrarse en la redención y el perdón. 

Recomendada a: quienes no saben frenar las bromas a tiempo.

Lo peor: en ocasiones se le va la mano con la sensiblería.

Lo mejor: un Albert Dupontel que lo puede todo.

Como los demás (Vincent Garenq, Francia, 2008)

¡Cuidado! No te fies del trailer porque te la vende como otra de las centenares de comedias francesas del año que se estrenan cada año, valga la redundancia.
A ver, no es que sea un dramón del quince, tiene toques que aligeran bastante la película y que incluso te hacen sonreir, pero en general no pasa de ser una cinta con buenas intenciones que pone sobre la mesa otras realidades y tipos de familia, lo cual ya es de por sí mucho y de agradecer.

Lo malo es que evita algunos elementos peligrosos para meter la pata en otros, y es que el director termina por simplificar a la pareja gay protagonista presentando a uno como si fuera la mujer -y por ello busca un hijo y la consolidación de la relación- y al otro como si fuera el hombre -más promiscuo y sin ganas de atarse- de una pareja heterosexual, cayendo por ello en varios tópicos. 

Al final lo mejor es el personaje del cuñado y escuchar -si ves la peli en V.O.S.- a Pilar Lopez de Ayala hablar en un perfecto francés... sin tener ni idea del idioma.

Recomendada a: gente interesante en la diversidad familiar y afectiva.

Lo peor: los tópicos al mostrar a la pareja gay protagonista.

Lo mejor: los toques de comedia.

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