Me apetecía mucho ver esta película porque, entre otras cosas, a los Cohen se les da bien retratar a perdedores. Además, en este caso me llamaba mucho la atención que la película girase alrededor del auge del folk de los sesenta, música que me gusta bastante.
Llewyn Davis intenta triunfar en la industria discográfica gracias a sus canciones folk, pero el éxito es esquivo y mientras lo busca se dedica a dormir allí donde consigue que le inviten y a intentar no morir de frío.
A
propósito de Llewyn Davis es una película oscura y muy deprimente. Los Cohen
parecen decididos a no darle un minuto de respiro a un protagonista predispuesto
a tomar una mala decisión tras otra. Llewyn Davis esta obstinado en triunfar
con su música gracias a canciones intimistas y pequeñas, dándole una mayor
importancia a la autoría y al arte que a la comercialidad, pero también es un prepotente,
un sinvergüenza y un chupóptero que se dedica a abusar de la confianza de todas
aquellas personas que le tienden una mano y que por mucho que luche por
conseguir su sueño parece destinado a vagar sin rumbo.
La
película tiene una estructura circular y elementos duplicados antagónicos que no solo contrastan con el camino en una sola dirección (cuesta abajo y sin frenos) del protagonista, sino que también
muestran las dos caras de una misma moneda: una secuencia inicial y una final
casi idénticas; dos personajes femeninos, uno que vuelve del pasado como un
fantasma que nunca vemos y otro presente, que afrontan la misma situación de
manera distinta; un músico de jazz malhumorado y parlanchín y su compañero de
viaje beat silencioso y amenazante... y dos gatos idénticos, uno muestra lo que
Davis anhela, pues tiene gente que le quiere y un hogar al que volver incluso
cuando se pierde, mientras que el otro es un gato callejero que lucha por
sobrevivir un día más en la calle, como el protagonista.
A
parte de un guión lleno de buenos diálogos y personajes interesantes hay que
destacar dos cosas: por un lado el trabajo del reparto es soberbio,
especialmente el de Oscar Isaac que se enfrenta a un personaje que no cae nada
bien y aún así no lo odias. John Goodman esta fantástico y trasmite una fuerza
y al mismo tiempo una fragilidad impresionantes y Carey Mulligan aprovecha su
breve personaje y lo dota de intensidad y mala leche. Por otro lado la banda
sonora es genial. En ella se mezclan versiones de canciones folk americanas
tradicionales y de la época con otras compuestas para la ocasión y que están
rodadas con una elegancia y cercanía sorprendente. Cada momento musical del
protagonista es un acto de desnudez emocional.
En
fin... Los Cohen han vuelto a retratar a un perdedor y se regodean en ello
tanto como pueden. No es una película complaciente ni con sus personajes ni con
el espectador, pero cuando termina sabes que has tenido la suerte de disfrutar
de una gran película, de esas que se instalan en tu memoria y que no la
abandonan fácilmente.
Recomendada
a: quien tenga ganas de ver una gran película.
Lo
peor: la sensación de abatimiento y derrota que te deja cuando termina.
Lo
mejor: el reparto al completo y la esperanza de que la película le brinde a
Oscar Isaac más papeles principales.
Lo +
mejor: la banda sonora.
La
sesión doble: es perfecta para verla con Searchin for Sugarman (de la que
hablaré pronto en el blog) como si esta A propósito de Llewyn Davis fuera la
cara B de un single que contuviera ambas películas.
Tengo prejuicios contra Carey Mulligan, sólo sale en pelis aburridas, y su presencia aquí me da mal fario respecto a la peli. Creo que no la veré.
ResponderEliminarEn realidad tiene un personaje secundario y sale poco. La peli mola, esta muy bien y ya solo por el retrato del protagonista vale la pena verla.
EliminarMe gustó la película, sobre todo cuando aparece ese robaescenas de Goodman en ese viaje con un sosías de Jack Kerouac al volante. En el último tramo creo que se hace algo pesada a pesar de ese giro que da al final. Creo que Llewyn habría hecho buena pareja con Barton Fink.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Yo también lo creo, aunque creo recordar que la parte final de Barton Fin era bastante acelerada y alocada, un poco slapstick ¿no?
ResponderEliminarYo, contra quien tengo prejuicios son los hermanos Coen, si sus comedias ya me deprimen, no te digo yo esta....
ResponderEliminarY lo peor es que empecé con buen pie con ellos, me gustó Arizona Baby y fui a ver, entusiasmada, Muerte entre las flores al cine (así soy de mayor). Pero en algún momento nos divorciamos, y ya no nos hemos vuelto a encontrar.
Creo que fue Fargo, que despierta tantas pasiones y en mí, me dejó como el paisaje, fría... helada...
¡Ay! Es lo que pasa cuando el amor se rompe de tanto usarlo, que las reconciliaciones pueden ser imposibles.
EliminarBueno, ya sabes mi opinión al respecto de la película: me gustó, sobre todo porque es de esas películas llenas de detalles que juntos forman la historia, pero se me hizo un poco lenta y yo con esas cosas a veces soy un poco (demasiado) puntillosa XD
ResponderEliminarPara mí, lo mejor fue la BSO, llena de temas que me gustaron muchísimo.
Besos
Al contrario que a ti a mi no se me hizo lenta en ningún momento, creo que tiene un ritmo adecuado para poder mostrar todos esos detalles que a ti te gustaron.
EliminarLa BSO es fantástica, especialmente por la voz de Oscar Isaac, el actor protagonista.