Reseña cómic: Croqueta y Empanadilla (Ana Oncina, La Cúpula)

Quien haya visto la portada de Croqueta y Empanadilla de la ilustradora Ana Oncina seguro que se ha enamorado de este cómic... y es que el dibujo es tan encantador que es imposible no caer en sus redes y al menos ojearlo.

Él es Croqueta y ella Empanadilla, pueden parecer una pareja un poco extraña, pero están enamorados. Mucho. Por ello mismo se van a vivir juntos y empiezan a experimentar todas esas cosas que conlleva la convivencia: luchar contra el desorden compulsivo de uno de él, aguantar la alergia del gato de ella... pequeños detalles que pueden hacerte de lo más feliz.

Tierno y encantador son sin duda las palabras clave para definir este cómic, el primero editado por Ana Oncina y encima por una editorial como La Cúpula, la última en la que uno espera encontrar una obra como esta.

Croqueta y Empanadilla podría recordar a La parejita S.A. de Manel Fontdevila por la cotidianeidad sobre las relaciones de pareja, pero se desmarca con un tono más blanco e infantil, un sentido del humor simpático que consigue dibujarte una sonrisa y el aspecto de los adorables protagonistas. Lo mejor de este cómic es que si uno tiene pareja es imposible no sentirse identificado con algunas de las situaciones descritas. Da igual que el sea una croqueta y ella una empanadilla, las historietas que nos cuenta Oncina, abiertamente autobiográficas algunas de ellas y jugando con la autoficción en otras, son tan cotidianas que todos hemos vivido algo parecido en un momento u otro.

El estilo de dibujo también busca ese toque encantador y tierno, con un estilo muy limpio, sencillo y expresivo, con un coloreado de tonos grises y naranjas que le otorgan calidez y un aire infantil.

Por cierto, el sábado pasado Ana Oncina estuvo en la Fnac San Agustín y, entre otras cosas, no solo contó que esta muy contenta porque el cómic ya va por su tercera edición, sino que adelantó que habrá una continuación y que tiene otro proyecto para La Cúpula.

Aproveché ya que estaba allí para pedirle que me lo firmara... Aunque siento decir que la mejor dedicatoria que hay en el volumen no es la suya, sino la que escribió mi empanadillito cuando me regaló este cómic.

¿A nadie más le extraña que siendo comida su carlino no intente comérselos?

En fin... que si tienes pareja este cómic es el regalo perfecto: es tierno, dulce, se lee en un momento y se presta a la relectura cómplice con la pareja.

Recomendado a: parejas.

Lo peor: que tal vez le falta un puntito de maldad, es todo demasiado blanco.

Lo mejor: la complicidad que genera con el lector emparejado.