Hitchcock ya nos lo dijo especialmente en La ventana indiscreta (y más sutilmente en el resto de sus películas): todos somos voyeurs y nos encanta observar a los demás, ya sea escondidos tras las cortinas de nuestras casas o a través de una pantalla de cine. Y Michael Powell, con El fotógrafo del pánico, directamente nos tira a la cara que no lo somos por simple curiosidad, sino por morbo y pura malicia.
Mark Lewis trabaja como cámara y fotógrafo en el mundo del cine y se saca un dinerillo extra haciendo fotografías eróticas en la trastienda de un quiosco, pero tiene un terrible secreto, siente un placer especial al ver las películas que filma para si mismo, películas en las que se ve en un primer plano como asesina a diversas mujeres.
La primera secuencia ya deja bien claro cual va a ser el tono de la película: en un callejón oscuro una prostituta se encuentra con un cliente, no sabe que la esta filmando con una cámara escondida bajo el abrigo y lo lleva a su casa, donde se prepara para realizar su trabajo con cierta desgana... hasta que su rostro se descompone de horror y un grito escapa de su garganta. Así, Powell nos mete en la piel del asesino, permitiéndonos identificarnos en él, sentir su morbo y su necesidad de filmar la muerte. Todo ello con cierto erotismo, misoginia y los colores brillantes del technicolor.
Lo que busca El fotógrafo del pánico es convertir al espectador en cómplice del protagonista y, en mi opinión lo consigue. Acompañamos al protagonista en sus asesinatos y los disfrutamos a su macabra manera, reflexionando así la película sobre el poder de la imagen cinematográfica y su capacidad vampírica y catártica.
Para el protagonista la cámara que lleva encima no es solo un instrumento con el que captar la realidad más cruda, potente y última (el terror ante la muerte), sino también una especie de compañera que le brinda una satisfacción emocional y física (ese beso que le da al objetivo), al tiempo que le permite seguir con los experimentos en los que su padre lo utilizaba como conejillo de indias. Para los espectadores esa cámara sustituye a nuestros ojos y nos demuestra que bajo la excusa de estar viendo una película, somos capaces de disfrutar del sufrimiento ajeno, el cual se muestra con bastante realismo.
En su momento la película fue un fracaso monumental, la crítica la califico de repulsiva y se vío perjudicada por el estreno de Psicosis, que llegó a las pantallas poco tiempo antes que la obra de Powell. Sin embargo se ha convertido en un pequeño clásico del terror por muchas virtudes. Por un lado están las involuntarias como el ser precursora del psicokiller cinematográfico moderno y del giallo (subgénero de terror y policíaco italiano) y de la utilización de las "snuff movies" por el realismo de las muertes. Mientras que por otro están las planeadas, como esa atmósfera enrarecida, el retrato del protagonista, la reflexión inherente sobre el cine y esa estética tan estilizada y colorista.
En fin... odio cuando en una entrada no soy capaz de transmitir lo mucho que me ha gustado el objeto del que hablo como me esta pasando con El fotógrafo del pánico, una película que ha quedado anticuada, pero que aún consigue transmitir el morbo, la sensualidad (y sexualidad) de la violencia y que reflexiona sobre el cine y la postura del espectador ante la pantalla.
Recomendada a: amantes de las curiosidades y a quienes les inquiete la capacidad del cine para sacar lo peor de nosotros mismos.
Lo peor: ya no impresiona como en su momento.
Lo mejor: esa capacidad para hacernos reflexionar y algunas secuencias como la inicial o la de la actriz.
Lo + mejor: esos preciosos carteles italianos, tan coloristas, sexies y poco sutiles como la película.
Lo que busca El fotógrafo del pánico es convertir al espectador en cómplice del protagonista y, en mi opinión lo consigue. Acompañamos al protagonista en sus asesinatos y los disfrutamos a su macabra manera, reflexionando así la película sobre el poder de la imagen cinematográfica y su capacidad vampírica y catártica.
Para el protagonista la cámara que lleva encima no es solo un instrumento con el que captar la realidad más cruda, potente y última (el terror ante la muerte), sino también una especie de compañera que le brinda una satisfacción emocional y física (ese beso que le da al objetivo), al tiempo que le permite seguir con los experimentos en los que su padre lo utilizaba como conejillo de indias. Para los espectadores esa cámara sustituye a nuestros ojos y nos demuestra que bajo la excusa de estar viendo una película, somos capaces de disfrutar del sufrimiento ajeno, el cual se muestra con bastante realismo.
En su momento la película fue un fracaso monumental, la crítica la califico de repulsiva y se vío perjudicada por el estreno de Psicosis, que llegó a las pantallas poco tiempo antes que la obra de Powell. Sin embargo se ha convertido en un pequeño clásico del terror por muchas virtudes. Por un lado están las involuntarias como el ser precursora del psicokiller cinematográfico moderno y del giallo (subgénero de terror y policíaco italiano) y de la utilización de las "snuff movies" por el realismo de las muertes. Mientras que por otro están las planeadas, como esa atmósfera enrarecida, el retrato del protagonista, la reflexión inherente sobre el cine y esa estética tan estilizada y colorista.
En fin... odio cuando en una entrada no soy capaz de transmitir lo mucho que me ha gustado el objeto del que hablo como me esta pasando con El fotógrafo del pánico, una película que ha quedado anticuada, pero que aún consigue transmitir el morbo, la sensualidad (y sexualidad) de la violencia y que reflexiona sobre el cine y la postura del espectador ante la pantalla.
Recomendada a: amantes de las curiosidades y a quienes les inquiete la capacidad del cine para sacar lo peor de nosotros mismos.
Lo peor: ya no impresiona como en su momento.
Lo mejor: esa capacidad para hacernos reflexionar y algunas secuencias como la inicial o la de la actriz.
Lo + mejor: esos preciosos carteles italianos, tan coloristas, sexies y poco sutiles como la película.
No conocía esta película, pero me ha llamado la atención y me gustan los clásicos, así que me la apunto :D
ResponderEliminarPues espero que me cuentes que te ha parecido cuando la veas ;)
EliminarHola^^
ResponderEliminarNo la conocía pero me la apunto de cabeza! Como buena apasionada y estudiante de cine que soy, tengo que verla si o si, tiene una pinta brutal.
besos!
Ya no impacta tanto como en su momento del estreno porque poco a poco el cine se ha ido volviendo más crudo y violento, pero sigue sorprendiendo.
EliminarPues a veces te sorprenderías de lo mucho que el cine actual debe al clásico. Si ves la peli, espero que me cuentes que te ha parecido ;)
ResponderEliminarPues censurada debe ser casi un mediometraje, ¿no? porque solo dejarían los diálogos con la vecina, su madre y poco más.
ResponderEliminarQue va, me he quedado muy corto con todo lo que se puede decir sobre esta película.
¡Hola!
ResponderEliminarMe impactó mucho esta película cuando la vi, y mira, a mí no me parece que haya quedado anticuada. Es cierto que en la actualidad el tema de los psicópatas está ya muy trillado y no impresiona como antes, pero pienso que la auténtica fuerza de esta película está en hacernos reflexionar sobre el voyeurismo y el peso de las imágenes en nuestra sociedad.
Eso si, de Michael Powell (uno de mis directores favoritos) me quedaré siempre con sus comedias.
Cuanta razón tienes al decir que la fuerza de la película esta en hacernos reflexionar, sin embargo creo que en cuanto a violencia, comparada con bestialidades super explicitas como la saga Saw, se ha quedado algo pacata.
EliminarEstoy buscando películas clásicas, que se alejen del "moderno Hollywood" como me gusta llamarlo (la última, Soylent Green) y por cómo lo cuentas, creo que esta será una opción interesante para ver :D
ResponderEliminarNo conocía "Soylent Green" y me ha parecido muy interesante, así que voy a intentar verla. Gracias por nombrarla.
EliminarEl fotógrafo del pánico, además de ser un clásico, ni siquiera es americana, sino británica, así que si la ves te distanciarás aún más de Hollywood. Espero que si la ves me cuentes que te ha parecido.
Me gusta el argumento, aunque espero que no sea muy gore >.<. Por otra parte, las películas clásicas me llaman la atención pero en general suelo dejarlas en un segundo plano por falta de tiempo y por la entrada de nuevos estrenos que cada dos por tres no están promocionando. Igual gracias por la reseña y recordarnos el cine clásico.
ResponderEliminarNo es muy gore, pero la violencia es bastante explicita dentro de lo que cabe. Te sorprenderías cuan deudoras son muchas películas actuales del cine clásico.
EliminarQuiero verla, creo que si transmites lo mucho que te ha llegado la peli. A mi me has convencido... ya te contaré... Me imagino que habrá sido precursora de muchas de las películas posteriores que nos han llegado a sorprender... en cambio esta ha pasado discretamente... lo dicho ya te cuento¡¡
ResponderEliminarEs un pequeño clásico un tanto olvidado pese a que el cine de terror más moderno le debe mucho. Espero que me cuentes que te ha parecido cuando la veas.
EliminarUn clasicazo que me acabo de dar cuenta nunca lo he comentado en mi blog :O
ResponderEliminarEstupenda reseña, y gran verdad sobre el cartel.
Saludos
¿Que no transmites? Jodo xD pues entonces yo qué hago? ajajaj
ResponderEliminarA mí me encanta tu manera de redactar y de "vendernos" las series, películas y libros.
Por lo que has contado creo que me gustará mucho :)
Gracias por animarme, lo hago lo mejor que puedo y con muchas ganas, aunque a veces (más de las que me gustaría) creo que me quedo a medias con lo que quiero decir.
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