La "nueva comedia americana” se ha convertido en un género en sí mismo pese a no hacer nada nuevo, simplemente convierten la cotidianidad en una comedia escatológica para retratar a unos personajes imperfectos e infantiles que buscan ganar la complicidad y la simpatía del espectador. Sin embargo en "Juerga hasta el fin" quieren llegar más lejos y los protagonistas se interpretan a si mismos.
Seth Rogen arrastra a su amigo Jay Baruchel a la inauguración de la nueva casa de James Franco, pero todo se irá al garete cuando, tras la abducción de centenares de personas, empiezan a ocurrir fenómenos naturales que parecen provocados por el fin del mundo.
Lo que vemos en pantalla ya no son a los amiguetes de Mottola o Apatow interpretando a unos personajes creados para la ocasión, lo que vemos es a unos actores riéndose de sí mismos, ya sea a partir de la caricatura o mostrando una cara totalmente opuesta a la que se les otorga (ese magnífico Michael Cera que no teme pasarse de rosca), y a sus amigos en desternillantes cameos. El problema es que lo que podría haber sido una especie de remake encubierto de El guateque, pasado por el filtro del humor grosero y salvando las distancias, termina derivando en una película de catástrofes, un apocalipsis bíblico (con su consiguiente moraleja) lleno de demonios con penes enormes que en realidad no es más que una metáfora sobre una amistad (masculina, con todo lo que ello conlleva) que se resquebraja por culpa de los excesos provenientes del éxito, el dinero, la fama y las falsas amistades.
En un principio esta evolución no es problema, ver a los protagonistas atrincherados en la casa de James Franco es divertido. El problema es que la secuencia de la fiesta es genialísima, pero el atrincheramiento es demasiado largo y tiene algunas caídas de ritmo que juegan en su contra. Todo remonta cuando los protagonistas se atreven a salir, pero esto ocurre demasiado tarde y no le sacan todo el provecho que debieran a esta nueva situación, aunque nos regala el segundo cameo más inesperado de la película.
Recapitulando: la película empieza muy bien y roza la genialidad, pero pierde fuelle en un tramo central demasiado alargado que, pese a tener momentos divertidísimos y muy inspirados, termina cansando un poco. Sin embargo, una película que reúne el gangnam style, el humor más chabacano posible, a Emma Watson, los back street boys, la semilla del diablo y el apocalipsis bíblico para crear una sincera crónica sobre una amistad que pende de un hilo no puede ser mala... Y menos cuando estás gran parte del metraje riéndote como si realmente no hubiera un mañana.
Recomendada a: los que creen que la amistad hay que cuidarla día tras día y a los que quieren reírse un rato.
Lo peor: un tramo central demasiado alargado y lo poco aprovechadas que están algunas ideas realmente buenas.
Lo mejor: un inicio fantástico lleno de mala leche, algunas reflexiones acerca del ego de los actores y un final antológico.
Lo + mejor: un entregadísimo reparto y sus amigos.
mentira, lo mejor es la vision del cielo al final de la pelicula XD...por dios que mala fue!!
ResponderEliminarTe parecerá mala... ¡pero anda que no te reíste cuando la vimos!
EliminarIgual la veo mañana, si no, de esta semana no pasa. Le tenía ganas, pero ahora al leerte más. Me apetece reírme y tengo curiosidad, porque he leído de todo sobre ella. Yo creo que me divertiré, me fío de ti.
ResponderEliminarQuitando un par de momentos durante el enciero me lo pase muy bien viendola. Espero que te guste ;)
EliminarEstoy de acuerdo, esa parte central es lo peor de la película, te muestras ya inquieto en la butaca esperando que salgan de una puñetera vez al exterior.
ResponderEliminarY eso que tiene momentos tan grandes como la parodia de "La semilla del diablo", pero es que termina cansando.
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