Espacio para contaros, con mi habitual falta de vergüenza y mucha egolatría, que me ha parecido tal y cual libro.
Y con la reseña del relato original de Washington Irving completo, por los pelos, que mala costumbre de dejar las cosas para el final, la iniciativa Halloween de libros y cine junto al fuego ideada por Atalanta del blog Un libro junto al fuego.
Sinopsis
Ichabod Crane es un larguirucho, pretencioso, severo, superticioso y comilón profesor de escuela en Tarrytown, un pueblo de Sleepy Hollow, que sueña con conquistar a la bella Katrina Van Tassel, la hija y única heredera del hombre más rico del pueblo, pero para ello no solo tendrá que enfrentarse a Bran Bones, su rival en el amor por la joven heredera, sino también a la terrorífica leyenda del jinete sin cabeza.
Opinión
Hace años que quería leer este relato, tanto por culpa de la peli de Burton de la que os hable en la anterior entrada, como por la anterior versión que hicieran los estudios Disney, mucho más fiel al relato original de Irving y que destilaba mucho humor y encanto.
Y justamente humor es lo que he encontrado en el relato, junto a ironía, crítica y unas gotas de terror que hacen de este relato una historia muy entretenido de leer.
Más que una historia de terror, La leyenda de Sleepy Hollow critica una sociedad que muestra una imagen de puritanismo y caridad cristiana cuando en realidad es más dada a la superchería, la envidia y el egoísmo. Todo esto lo muestra a través de la descripción de la vida en el valle de Sleepy Hollow, zona habitada por descendientes de holandeses y con una atmósfera que invita a creer en todo tipo de historias fantásticas -y a afirmar que se ha vivido alguna de ellas en persona, aunque no sea cierto-. Allí ha llegado Ichabod Crane, un profesor venido de otra zona que por culpa de su exiguo sueldo vive en casa de sus alumnos y tiene que dar también clases de canto, mientras se abandona a creencias superticiosas y a soñar con la enorme herencia de la bella, caprichosa y poco decorosa Katrina. Si el modo de presentar a la comunidad de Sleepy Hollow, y la de Tarrytown en particular, ya esta lleno de mala leche, esta se dispara más al introducirnos a Ichabod Crane, un necio larguirucho, ambicioso e interesado, que no duda de usar la vara para castigar a sus alumnos y que se cree mucho más inteligente que el resto de sus vecinos.
Pero tan o más protagonista que Ichabod es la naturaleza. Washington Irving se abandona a describirnos los parajes de la zona y los dota de una simbolizaría sugerente y mundana, que contrasta con los elementos sobrenaturales o los sentimientos de los personajes. Al final la naturaleza se establece como una especie de metáfora de la sencillez frente a los conflictos que acarrean la ambición y la avaricia humana.
En fin...
La leyenda de Sleepy Hollow es un cuento que se sirve de los elementos de la literatura gótica para reírse de los conflictos humanos enfrentándolos a la armonía de la naturaleza a través de la ironía y el buen humor, pero también una historia ligera, que se deja leer con agrado y que crea una buena atmósfera para un final en el que el terror gana protagonismo y que da pie a una serie de reflexiones morales muy al estilo de las leyendas y los cuentos clásicos de la literatura europea.
Recomendada a: quien quiera leer un relato corto, divertido y con fondo.
Lo peor: leerlo creyendo que vas a encontrarte con la historia de la peli de Burton, porque lo único que tienen en común es el nombre de los personajes y poco más.
Lo mejor: el buen humor que desprende y la belleza de algunas de las descripciones.