Ya estoy de vuelta con esta subsección y en esta ocasión con cuatro películas nada menos -voy superándome respecto a la anterior entrega-. ¡Atención, pregunta! ¿Os gustaría una sección con este formato comentándoos los capítulos de las series que veo?
Y ahora al turrón con este minireseñas especial terror y suspense:
La verdad es que la peli transmite auténtico malestar, tiene escenas de suspense que te ponen de los nervios y, su mayor logro, consigue convertirte en cómplice de Cesar -genialísimo Luis Tosar- con toda la mala conciencia que ello despierta en ti: por un lado disfrutas de su maldad, pero también te sientes culpable. El problema son los pequeños detalles. Evidentemente a una película no siempre se le puede pedir que sean realistas, pero sí que haya una lógica interna que de sentido a lo que ocurre y Balagueró fuerza demasiado la situación como para que personalmente no me sintiera algo frustrado al ver que todo el mundo esta tan ciego como para no darse cuenta de lo que sucede.
Recomendada a: los fans del thriller con ganas de pasarlo mal y/o con una gran capacidad para la abstracción.
Lo peor: que se salte la lógica en favor de seguir adelante con la historia de un modo un tanto caprichoso.
Lo mejor: un inmenso Luis Tosar.
El abandono por parte de una mujer de sus tres hijos pequeños en casa de su amante, dueño de una imprenta en crisis, y el odio hacia los niños de su mujer desencadena una serie de sucesos que te ponen el corazón en un puño.
Es asfixiante ver la violencia, tanto física como verbal que el padre y su esposa ejercen sobre los niños y como esta va creciendo hasta llegar a limites realmente terroríficos
Lo peor de todo es que llegamos a sentir cierta pena por el padre de los niños, al cual lo vemos como una victima, un perdedor que se ve arrastrado a la fatalidad por culpa de sus malas decisiones. Seria más fácil para nosotros como espectadores que este hombre fuera un monstruo sin sentimientos, pero eso solo sería faltar a la verdad: la dualidad que se esconde dentro de cada uno de nosotros.
Recomendada a: para curiosos por el cine japones alejado de monstruos gigantes y tetas operadas manchadas de sangre.
Lo peor: su factura de telefilm.
Lo mejor: los sentimientos encontrados que despierta en el espectador y la tensión de muchas de sus escenas.
Bacatazo
Bacatazo, pero de los grandes.
No voy a negar que asusta, porque sabe dar buenos sustos, el problema es que lo que en un principio parece un homenaje-reformulación de los tópicos del género -pareja con problemas se muda con sus hijos a una nueva casa para empezar de cero, pero empiezan a ser victimas de fenómenos inexplicables-, pronto resulta ser un cúmulo de tópicos que entretiene, sí, pero no sorprende.
Es cierto que en Insidious Wan sabe mover la cámara con elegancia, pero lo que sí funciona en The Conjuring, aquí se muestra rutinario y demasiado visto hasta que llega a un climax final que intenta ser el paradigma del subgénero de terror de fantasmas y se dedica a aglutinar tantos sustos por segundo como pueda a partir de aparecer mucha gente con una caracterización excéntrica y golpes de sonido. Como en la casa del terror de la feria solo que sin olor a sudor.
Recomendada a: fans muy fans de James Wan y su manera de entender el terror.
Lo peor: ni sorprende ni consigue crear una atmósfera de genuino terror, solo sabe dar sustos a base de golpes de sonido.
Lo mejor: al menos es entretenida.
Y ahora al turrón con este minireseñas especial terror y suspense:
Mientras duermes (Jaume Balagueró, España, 2011)
Con Mientras duermes Balagueró se aleja de los golpes de efecto y esa cámara histérica que había convertido en marca de la casa, para refinar su estilo y mostrar con elegancia el pulso que mantienen Cesar, un hombre obsesionado con hacer daño, controlar y arruinar las vidas de los demás desde las sombras, y Clara, una joven alegre y feliz que parece resistirse a la oscura influencia de Cesar.La verdad es que la peli transmite auténtico malestar, tiene escenas de suspense que te ponen de los nervios y, su mayor logro, consigue convertirte en cómplice de Cesar -genialísimo Luis Tosar- con toda la mala conciencia que ello despierta en ti: por un lado disfrutas de su maldad, pero también te sientes culpable. El problema son los pequeños detalles. Evidentemente a una película no siempre se le puede pedir que sean realistas, pero sí que haya una lógica interna que de sentido a lo que ocurre y Balagueró fuerza demasiado la situación como para que personalmente no me sintiera algo frustrado al ver que todo el mundo esta tan ciego como para no darse cuenta de lo que sucede.
Recomendada a: los fans del thriller con ganas de pasarlo mal y/o con una gran capacidad para la abstracción.
Lo peor: que se salte la lógica en favor de seguir adelante con la historia de un modo un tanto caprichoso.
Lo mejor: un inmenso Luis Tosar.
Una buena disculpa siempre sienta bien |
Los crímenes del museo de cera (André De Toth, EE.UU., 1953)
Clasicazo incontestable del cine de terror, remake en 3D de una película de 1933 dirigida por el reputado Michael Curtiz, esta nueva versión de André De Toth se beneficia especialmente de la fotografía a color y de la presencia siempre elegante y siniestra de Vincent Price y esa capacidad irrepetible para resultar tan terrorífico como atrayente.
Los crímenes del museo de cera se estrenó cuando el cine de terror gótico estaba en las últimas, pero aún así es un buen ejemplo de lo que era capaz de ofrecer este subgénero en los 50: una buena ambientación oscura y neblinosa, un colorido tan exagerado como evocador, cierto erotismo y una sensación de suspense y terror que va creciendo a medida que avanza la historia.
Lo malo es que a estas alturas ya no da miedo porque estamos acostumbrados a otro tipo de cine de terror, pero aún así sigue siendo un divertimento malévolo, cargado de humor negro y algunos momentos muy bien llevados.
Recomendada a: amantes del terror clásico.
Lo peor: que ha envejecido.
Lo mejor: Vincent Price.
Henry Jarrod -Vincent Price- hablando de sus fetichismos |
El demonio (Yoshitaro Nomura, Japón, 1978)
Con esta he hecho trampa, porque pese a las escenas de suspense y tensión, El demonio es más bien un drama durísimo, terriblemente crudo que reutiliza elementos de los cuentos clásicos -la madrastra, los niños abandonados, el padre pusilánime- para mostrar lo peor que se esconde en el alma humana.El abandono por parte de una mujer de sus tres hijos pequeños en casa de su amante, dueño de una imprenta en crisis, y el odio hacia los niños de su mujer desencadena una serie de sucesos que te ponen el corazón en un puño.
Es asfixiante ver la violencia, tanto física como verbal que el padre y su esposa ejercen sobre los niños y como esta va creciendo hasta llegar a limites realmente terroríficos
Lo peor de todo es que llegamos a sentir cierta pena por el padre de los niños, al cual lo vemos como una victima, un perdedor que se ve arrastrado a la fatalidad por culpa de sus malas decisiones. Seria más fácil para nosotros como espectadores que este hombre fuera un monstruo sin sentimientos, pero eso solo sería faltar a la verdad: la dualidad que se esconde dentro de cada uno de nosotros.
Recomendada a: para curiosos por el cine japones alejado de monstruos gigantes y tetas operadas manchadas de sangre.
Lo peor: su factura de telefilm.
Lo mejor: los sentimientos encontrados que despierta en el espectador y la tensión de muchas de sus escenas.
Insidious (James Wan, EE.UU., 2010)
Tenía muchas ganas por ver esta película, Silencio desde el mal y The Conjuring me gustaron gracias a ese clasicismo que Wan adoptó tras abandonar la dirección de la saga Saw y todo el mundo la ponía por las nubes.Bacatazo
Bacatazo, pero de los grandes.
No voy a negar que asusta, porque sabe dar buenos sustos, el problema es que lo que en un principio parece un homenaje-reformulación de los tópicos del género -pareja con problemas se muda con sus hijos a una nueva casa para empezar de cero, pero empiezan a ser victimas de fenómenos inexplicables-, pronto resulta ser un cúmulo de tópicos que entretiene, sí, pero no sorprende.
Es cierto que en Insidious Wan sabe mover la cámara con elegancia, pero lo que sí funciona en The Conjuring, aquí se muestra rutinario y demasiado visto hasta que llega a un climax final que intenta ser el paradigma del subgénero de terror de fantasmas y se dedica a aglutinar tantos sustos por segundo como pueda a partir de aparecer mucha gente con una caracterización excéntrica y golpes de sonido. Como en la casa del terror de la feria solo que sin olor a sudor.
Recomendada a: fans muy fans de James Wan y su manera de entender el terror.
Lo peor: ni sorprende ni consigue crear una atmósfera de genuino terror, solo sabe dar sustos a base de golpes de sonido.
Lo mejor: al menos es entretenida.
Uno nunca sabe donde se pueden encontrar nuevos amigos. |