Y sigo poniéndome al día con las pelis que vi durante el parón del blog... creo que esto va a hacerse eterno XD
Las diabólicas
-H.G. Clouzot, Francia, 1955-
Si te gustan los thrillers con muchos giros de guión y sorpresas, pierde el miedo al blanco y negro, prepárate palomitas y ponte
Las diabólicas, porque te aseguro que tendrás el corazón en un puño desde el principio hasta el final de la cinta.
En esta historia de venganza y amistad femenina rebuscada y morbosa hay cabida para todo, desde el drama hasta el suspense más hitchcockiano, pasando por el terror gótico y psicológico.
La escuela como escenario resulta asfixiante y terrorífica gracias a la imaginación de los niños que amplifican cada sombra que ven y ruido que escuchan y a la carga de conciencia que supone para las protagonistas.
Recomendada a: amantes del cine de suspense y misterio
Lo peor: nada en particular.
Lo mejor: la atmósfera que logra.
Arma fatal
-Edgar Wright, Reino Unido, 2007-
Voy a confesarte algo, pese a que me encanta
Zombies Party,
Arma fatal me gusta muchísimo más.
No digo que una sea mejor que la otra, pero
a mi esta mezcla a la británica de buddy film con pueblecito a lo Miss Marple en el que todo parece perfecto pero en el que cada dos por tres hay un accidente mortal me tiene muy enamorado.
Arma fatal sabe lo que es y lo vende claramente:
una parodia, una comedia exagerada y bufa pero que consigue darle entidad a sus dos personajes protagonistas, los cuales llegan a caer bien e, incluso, parecerte tiernos cuando se quitan la coraza y dejan ver su lado más vulnerable.
¡Y como olvidar su clímax final! Olvídate de las matanzas de
Kick Ass o del castillo de fuegos artificiales de
Kingsman, el tiroteo final por todo el pueblo es puro amor por descacharrante, exagerado y alocado.
Recomendada a: si eres fan de Zombies Party o de las comedias locas que no te toman por estúpido.
Lo peor: NADA, no en plan "tiene alguna pega pero no importa", no, es que es jodidamente perfecta.
Lo mejor: a parte de la química entre Simon Pegg y Nick Frost, ese humor negro tan british que destila.
The Broken Circle Breakdown
(Alabama Monroe)
-Felix Van Groeningen, Belgica, 2012-
Esta es una de esas películas que pese a gustarte son una pequeña decepción. En este caso es aún más frustrante porque sus bondades son muchas y fantásticas, mientras que sus defectos son pocos, pero pesan demasiado.
No estoy diciendo que
Alabama Monroe sea una mala película porque eso sería mentira, el problema es que toda la historia de la enfermedad de la hija y la erosión que ocasiona a la pareja protagonista
se interna, sin vergïuenza alguna, en los terrenos del drama televisivo más sensiblero.
Pese a ello la película se sostiene gracias a la estructura de flashes que nos mezclan el inicio de la relación de la pareja con la enfermedad de su hija,
la química entre sus dos protagonistas -que están inmensos- y, especialmente, por esa maravillosa banda sonora compuesta por canciones country enmarcadas en el bluegrass.
Recomendada a: fans de la música country y de los dramones.
Lo peor: que por momentos parezca un telefilm vespertino de los fines de semana de antena3.
Lo mejor: la pareja protagonista y la banda sonora.
Relatos salvajes
-Damián Szifrón, Argentina, 2014-
Sorpresón el que me llevé con esta cinta argentina y eso que cuando fuí a verla a la filmoteca d'estiu ya sabía de qué trataba el asunto.
Hay dos cosas que hacen muy grande a esta película, la construcción de cada uno de sus relatos -aunque, evidentemente no todos están al mismo nivel- y la radiografía llena de mala leche que hace de la sociedad.
Cada relato va de lo anecdótico de la situación inicial a lo universal, creciendo en tensión y violencia,
mostrando el lado más oscuro de una sociedad que se ha ido corrompiendo y que ha llevado a muchos de sus ciudadanos a una situación límite que, tarde o temprano, tiene que explotar.
Como ya he dicho, no todos los relatos son igual de interesantes, esto es algo inherente con las películas episódicas o los libros de relatos, y tampoco voy a decir que es la mejor película del mundo, pero aún así resulta entretenida, te hace pasar un mal rato en sus tramos más oscuros y, sobretodo, consigue hacerte sentir mal por reírte de ese humor negrísimo que destila.
Recomendada a: quienes saben que estamos muy mal.
Lo peor: hay un par de relatos que pierden fuelle.
Lo + peor: me caaaaaaaaaaaarga mucho Ricardo Darín, pero eso ya son manías mías XD
Lo mejor: la contundencia con la que saca lo peor de la sociedad y el humor negro que destila.
Mi casa en París
-Israel Horovitz, Reino Unido, 2014-
Esta la vimos por casualidad. Este año decidimos, para ahorrar un poco, visitar Valencia como si fuéramos turistas porque ya sabes que, normalmente, infravaloramos lo que tenemos y al final resulta que ni siquiera conoces tu propia ciudad, así que en una de esas tardes de turismo en casa decidimos ir al cine y terminamos viendo esta película.
Mi casa en París le gustó mucho más a mi santo que a mi, que me pareció que
pese a partir de una premisa muy curiosa, no sabe hacia dónde va, si al terreno de la comedia -romántica en ocasiones- o al drama. Justamente esa indefinición es lo que más la perjudica, la película está descompensada y pasa de momentos cómicos a otros muy dramáticos de un modo más que brusco. Es cierto que según avanza parece decantarse por el drama, pero aún así la sensación que me dejó es que era algo desconcertante.
Eso sí,
si algo hay que agradecerle es el poder disfrutar en pantalla de su trío protagonista y es que siempre es un placer ver a Maggie Smith y Kristin Scott Thomas -esa británica que mantiene una lucha a muerte con Charlotte Rampling por convertirse en la dama británica del cine francés-, pero es que en esta ocasión Kevin Kline no me ha dado urticaria e incluso me ha gustado en su papel, que no es precisamente fácil. Será que como está mayor ya no tiene tantas energías para sobreactuar.
Al final esta película resulta una curiosidad muy grande, tanto por las circunstancias -Israel Horovitz debuta como director con más de 70 años pese a su vinculación con el teatro y el cine- y por cómo terminan por asumir el conflicto los personajes de Kevin Kline y Kristin Scott Thomas.
Recomendable a: quien busque una película con un tono más maduro y a fans acérrimo de París.
Lo peor: la vacilación en el tono, no es una comedia, ni un drama o una comedía romántica, sino un batiburrillo.
Lo mejor: el reparto esta fantástico. Sorprendentemente hasta Kevin Kline.
Vivir su vida
-Jean-Luc Godard, Francia, 1962-
Vivir su vida es la historia de una mujer que, deseando ser actriz, deja a su marido e hijo, se va a la gran ciudad y termina ejerciendo la prostitución ante la falta de medios.
Con esta premisa ya está claro que no es precisamente una comedia, pero Godard consigue, en esa mezcla de naturalidad y ficción, que el drama, pese a estar presente, no lo invada todo y resulte más bien contenido.
Eso sí, pese a la preciosidad de sus imágenes y al maravilloso trabajo de Anna Karina, hay que armarse de paciencia para verla, porque el ritmo de las 12 escenas en las que se divide es más bien irregular, especialmente en el diálogo filosófico entre la protagonista y un escritor en un café.
Pese a ello
Vivir su vida es una película hipnótica, no solo por el preciosismo de su fotografía, sino también por el magnetismo que desprende la búsqueda de la felicidad por parte de su protagonista.
Recomendada a: cinéfilos y a quien quiera ver buen cine.
Lo peor: el ritmo.
Lo mejor: que pese al drama y a lo crudo de algunas situaciones, no resulta cargante.
Muerte de un ciclista
-Juan Antonio Bardem, España, 1955-
No puedo evitar preguntarme cómo, al igual que
El extraño viaje,
Muerte de un ciclista superó la censura de la época, porque esta cinta de
J. A. Bardem no deja títere sin cabeza a la hora de retratar la España franquista desde la óptica de una pareja de clase alta que trata de mantener en secreto un accidente para no perder todo lo que tienen.
Bardem convierte a esa pareja ilícita en reflejo tanto de la España de la época, un país bajo la presión del yugo político-militar, como de una clase social hipócrita, más interesada en sus contactos con el poder para hacer dinero y mantener su estatus que en la realidad que la mayor parte de la población vive. Sin embargo esa realidad social va filtrándose entre las grietas que surgen en la pareja tras el fatal accidente -esas manifestaciones estudiantiles contra el régimen imperante- y los personajes van asumiendo lo que han hecho y sus consecuencias.
Sin embargo, lo mejor no es solo lo que muestra de la época en la que fue rodada, sino que
hoy en día sigue siendo muy válida, como se puede ver por cómo algunos sectores de la sociedad se han aprovechado de la actual situación económica,
lo que demuestra que es cine del bueno, de ese que siempre es capaz de dar nuevas lecturas por mucho que pase el tiempo. Me permito el derecho de concederle una reseña larga la próxima vez que la vea.
Recomendada a: aquellos que saben que el cine español va más allá de la guerra civil, putas y maricones... y también a los que necesitan darse cuenta de ello de una vez.
Lo peor: alguna caída de ritmo.
Lo mejor: las múltiples lecturas que puede ofrecer.
¿Has visto alguna de estas pelis? ¿te han interesado? ¿cual me recomendarías?