Servidor creció viendo películas de terror, hasta el punto que puedo afirmarles que "La matanza de Texas" es una de mis películas favoritas de mi infancia. Pero mi saga favorita de películas de terror siempre fue la de Freddy, me encantaban sus alucinados asesinatos (esa marioneta con tendones por hilos) y los chascarrillos graciosos que carapizza empezó a escupir a sus víctimas antes de matarlas a partir del tercer episodio. Aunque al final la cosa degenero tanto que hasta se rodó "Jason vs. Freddy", estupidez supina totalmente prescindible.
Jackie Earle Haley, el nuevo Freddy.
Ahora nos ha llegado otro remake de los que nos vomita Michael Bay a través de su productora. Por suerte esta “Pesadilla en Elm Street (el origen)” tiene algo más de calidad y si bien no llega a la altura de la original, cosa muy difícil, si demuestra que su director y guionistas han tratado de conservar la esencia y resulta ser un buen revirval de la saga primigenia.
Es cierto que en esta pesadilla el mundo real tiene más tensión que el mundo onírico de Freddy, lo cual es una incongruencia. Pero el pasado de carapizza es más oscuro, más terrorífico por la sensación de inseguridad que lleva el lugar donde se desarrolla, siendo el flashback la mejor parte de la película, y aunque desentone con la fábrica que ejerce de escenario en las pesadillas consigue modernizar a este personaje, pero no se termina de aprovechar todo ese potencial y las muertes no son todo lo impactantes, originales y chocantes que deberían. Además, ese cambio en el pasado de Freddy también afecta a sus víctimas adolescentes, y, si en la saga original Freddy era la encarnación de los terrores adolescentes frente a la edad adulta, en este caso representa el terror que provoca el retorno de los recuerdos reprimidos... y es que el pasado siempre vuelve, oigan.
En fin, no iguala a la original, pero al menos se puede ver, tiene algunos hallazgos argumentales (el pasado) y visuales (el aula llena de cenizas, el colegio abandonado) interesantes, pero le falta de intensidad en los asesinatos, en los sustos y en la atmósfera. De puntuarla sería un 4 sobre 10.
