No recuerdo como descubrí la serie, solo que desde hace bastante tiempo tenía ganas de verla y que hace bastantes años antes cada vez que iba al videoclub pensaba en sacar la peli del 2004 en la que se basa. Así que aproveché cuando mi santo y yo dijimos de ver alguna serie juntos para proponerla. No nos hemos arrepentido de darle una oportunidad.
En un pueblo de Annecy está ocurriendo un inexplicable fenómeno: varias personas fallecidas en distintos momentos han vuelto a la vida. No recuerdan haber muerto, no han envejecido desde que fallecieron y sus cuerpos no muestran ningún signo de putrefacción, solo saben que quieren volver con los suyos y seguir con su vida como si no hubiese pasado nada.
Si no os gustan los zombies Les Revenants es vuestra serie, esta producción francesa le da una vuelta de tuerca al subgénero alejándose de los convencionalismos: aquí los muertos no son seres medio descompuestos con intención de comer carne humana, son personas que de repente han vuelto de sus tumbas y han de enfrentarse a una situación difícil, porque no recuerdan que murieron ni sus cuerpos han sufrido el paso del tiempo, solo quieren volver a su vida anterior, dándose cuenta que quienes les sobrevivieron han seguido adelante como han podido y que su lugar en el mundo ha sido ocupado o, al menos, relegado a una habitación vacía.
Más que una historia de terror, estamos ante un drama intimista y reflexivo, lo que se cuenta es la reacción tanto de los vivos como de los que han vuelto, como algunos intentan adaptarse y volver a la vida anterior al drama, mientras que otros lo rechazan como algo antinatural y terrorífico porque no pueden asimilar que pueda ser una segunda oportunidad.
Los muertos que vuelven son una excusa para tratar temas más complejos que un ataque zombie al uso, la serie nos habla sobre el paso del tiempo y lo inevitable de la muerte, sobre nuestro lugar en el mundo y como este depende de nuestra interacción con las personas que nos rodean, sobre la muerte tanto para el fallecido que ha vuelto como para los que sufrieron la perdida, pero también de la esperanza, la fe y el miedo a lo desconocido. Les Revenants se compone de pequeños dramas intimistas, que se van enredando hasta confluir en una sola historia. Lo mejor de todo es que el drama es contenido y elegante, sin excesos lacrimógenos ni sensiblería, dejando espacio para una atmósfera enrarecida y una tensa calma que anuncia que algo más grande está por venir. Por supuesto también hay algunos momentos terroríficos y algo se sangre, pero lo importante son las emociones y como los personajes llevan la situación.
Uno de los grandes aciertos de la serie es el pueblo en el que está ambientada, una población rodeada de bosques y montañas y asentada junto a una presa que ya se rompió una vez inundando el antiguo pueblo y que ahora está sufriendo filtraciones. El lugar termina siendo, al igual que en Twin Peaks, tan protagonista como los personajes, dándole a la serie un toque de distinción y personalidad. También la banda sonora, compuesta por los escoceses Mogwai, ayuda a que la serie sea reconocible y muy particular, favoreciendo esa atmósfera turbia a partir de sonidos minimalistas que se alejan de subrayar los momentos dramáticos para centrarse en lo extraño y la tensión.
Se nota que la serie es europea y no norteamericana,
destila una sensibilidad distinta, más decadente, oscura y tensa,
alejada de los excesos sensibleros y discursos patrióticos que tanto gustan en EE.UU.. En
Les Revenants se cuestiona la fe, ese cura que niega la resurrección de Cristo, y se muestra su lado más reaccionario (ese sótano lleno de armas en la sede de la ONG). Tampoco plantea un enfrentamiento entre vivos y resucitados, sino que se centra en dolor de la perdida y lo inevitable de la muerte. Y, poniendo el toque frívolo, hay sexo y desnudos, pero en su justa medida y más realista, que no estamos viendo
Spartacus ni
Penny Dreadful. Aquí el sexo no es un recurso fácil para atraer a la audiencia, sino que está bien integrado en la trama y además nos alegra la vista con un par de destetes y algún desnudo frontal masculino.
Lo malo es que la serie no es perfecta. Sufre de una narración muy al estilo Perdidos, perdón Lost que si no se enfadan los puristas, en la que cada capítulo se centra en contarnos el pasado de alguno de los resucitados mientras se narra el presente de todos los personajes. Es si mismo esto no es malo porque crea un puzzle narrativo de lo más interesante, el problema es cuando coge los peores tics de esta serie: Les Revenants es tramposa, al igual que en la serie de la isla, y los guionistas crean subtramas (como la de Lena) y algunos momentos climáticos que luego quedan en puro humo. Pero se perdona, porque la temporada tiene un final lleno de tensión y drama. No responde a muchas de las preguntas planteadas hasta el momento porque tampoco lo pretende, pero que resulta emocionante y, lo más importante, no te sientes estafado. Veremos cómo enlazan con la 2ª temporada.
En fin... Les Revenants es una serie que parte una premisa terrorífica, pero consigue ir más allá, convirtiéndose en un drama contenido lleno de misterio y tensión.
Recomendada a: los que están cansados de tanto zombie hambriento de sesos y tripas.
Lo peor: ciertas trampas narrativas pensadas para enganchar al espectador y que en ocasiones no llevan a ninguna parte.
Lo mejor: todo, y cuando digo todo me refiero a TODO: el reparto, los escenarios, la música, la fotografía, el desarrollo dramático y el final.