Más de mis cutrereseñas, en este caso de mangas (y derivados) y animes. Preparaos para una orgía de violencia súper gore, tetas saltarinas y ojos enormes... ¡Que no! Lo que intentaré es demostraros que hay algo más tras esos tópicos.
Ya os hable de Inio Asano en la reseña de
Nijigahara Holograph, un manga tremendamente maduro e interesante que diseccionaba la maldad que surge en el alma humana cuando los sentimientos negativos y la falta de esperanza se apoderan de ella. Pues hoy os traigo
Solanin, la obra con la que conocí y me enamoré de este autor y que esperaba con muchas ganas que llegara a España, cosa que ha hecho de la mano de Norma editorial en una edición de lujo.
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Portada de Norma para su edición de Solanin |
Sinopsis
Meiko se siente atrapada en un trabajo como oficinista con el que no es feliz, tras acabar la universidad tiene la sensación de que es incapaz de entender el mundo de los adultos y encajar en él. Tener que cargar con todos los gastos y con Taneda, su novio con un trabajo cuyo sueldo es casi inexistente, no hace más que aumentar su angustia, así que en un acto de rebeldía decide abandonar su trabajo para buscar su camino y de paso tratar de impulsar el grupo de música pop de su novio.
Opinión
Solanin habla sobre las primeras experiencias laborales, el amor, la amistad y la necesidad de sentirse realizado, pero también del miedo que causa enfrentarse al mundo real, de la dependencia afectiva hacia otras personas, de la soledad en una gran ciudad, de las pequeñas y grandes frustraciones que nos produce comprobar que no estamos a la altura de lo que se nos exige para poder vivir a flote en una sociedad tan competitiva a nivel laboral y social... En fin, que habla de sentimientos que todos los veinteañeros o treinteañeros hemos sufrido en algún momento y lo hace a través de cinco amigos que han conseguido seguir unidos desde que terminaron la universidad, pero que sienten que sus vidas no están encarriladas, sino que se hunden más y más en una inercia que los hace seguir adelante sin objetivos ni motivaciones que les ayude a levantarse cada mañana.
Pero pese a todo Solanin es una obra tremendamente luminosa y optimista. Es cierto que Meiko siente que se hunde bajo el peso de un trabajo en el que siente que no encaja y por la responsabilidad de mantener a flote a su novio Taneda, quien tiene un trabajo con un sueldo mínimo. También es cierto que Taneda es una persona depresiva y sin objetivos, que se ve incapaz de seguir adelante en más de una ocasión y que depende demasiado del apoyo emocional (y económico) de Meiko, y sin embargo hay un sentimiento de lucha, por pequeño que sea, que les obliga a plantarse y dar un salto al vació sin nada que pueda amortiguar la caída, aunque en realidad sea una huida hacia delante en ocasiones poco realista. Dicho así podría parecer que estamos ante un dramón del quince, pero no, en Solanin también hay espacio para el humor, el romanticismo y la cotidianidad más absoluta.
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Meiko, la protagonista, en uno de sus paseos sin rumbo tras dejar el trabajo. |
Asano consigue que la historia funcione a muchos niveles, en parte gracias a un grupo de personajes realistas y que se hacen querer pese a pasar por algunos momentos difíciles. Pese a la idealización que toda historia de ficción trae consigo de manera inherente, los personajes de Asano siempre resultan realistas y complejos. Es imposible no cogerles cariño pese a sus bromas privadas e, incluso, no sentirse reflejado en algunos de sus miedos y preocupaciones sobre el futuro.
Sobre el dibujo de Asano poco tengo que añadir respecto a lo que dije sobre Nijigahara Holograph. Los escenarios muestran un nivel de realismo y de detalles impresionante y los personajes son tremendamente expresivos y están muy bien caracterizados, por lo que resultan muy reconocibles y carismáticos.
Por sacar un punto negativo diría que no me termina de convencer la decisión de Norma de unir en un solo volumen los dos tomos de los que se compone originalmente el manga. No solo se me hace algo incómodo de leer, sino que además rompe el ritmo original y hace que el golpe de efecto con el que termina el primer volumen pierda gran parte de su efectividad. Asano sabe como jugar con el tiempo narrativo y las expectativas del lector y el efecto, tanto a nivel emocional como narrativo (la creación de un cliffhanger que te mantenga en vilo y el posterior flashback con el que sorprende) que creo que buscaba con el final del 1º volumen y el principio del 2º creo que se pierde bastante al estar todo seguido.
En fin...
Solanin es un manga maduro y muy emocional, los personajes son realistas y resulta muy fácil empatizar con ellos y su búsqueda de una madurez alejada de esa idea impuesta de tener un trabajo perfecto y una casa enorme llena de todo lo que se puede desear, sino de vivir la vida con la actitud adecuada para poder ser feliz junto a las personas que contribuyen a ese bienestar, auténtica moraleja de este manga. Simplemente imprescindible.
Recomendada a: cualquiera que busque una buena historia.
Lo peor: lo incómodo que resulta de leer por juntar en un solo volumen los dos tomos.
Lo mejor: Todo, desde el dibujo al retrato psicológico de los personajes, pasando por el ritmo narrativo y todos los sentimientos que es capaz de trasmitir al lector.
P.S.: Me han dado ganas de volver a ver la peli, así que seguramente os traeré la reseña de la misma.